Karina es una de las grandes estrellas que guarda España. La cantante, procedente de Jaén, saltó a al mundo de la música con tan solo 16 años y, desde entonces, su voz ha resonado con fuerza en todos los rincones de España y Latinoamérica.
Su popularidad y éxito ha sido tal que, incluso, fue seleccionada por Radiotelevisión Española para representar el país en el Festival de Eurovisión de 1971 celebrado en Dublín, Irlanda. En esa edición, la intérprete de Lalala alcanzó la segunda posición tras la victoria de la artista Séverine, de Mónaco.
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La trayectoria de Karina se enriqueció con el lanzamiento de numerosos discos, a través de los cuales obtuvo numerosos premiso y reconocimientos por parte del público. Tras varios años alejada del foco público, la artista jienense se convirtió en uno de los grandes fichajes de la octava edición de Gran Hermano VIP, donde se obtuvo un gran protagonismo y logró mostrar su faceta más cercana. Sin embargo, su experiencia fue bastante corta, pues ella decidió abandonar la casa más popular de Guadalix de la Sierra.
Pese a su gran éxito, su día a día ha cambiado mucho en los últimos tiempos. La cantante ha desvelado en una entrevista a El Mundo que ha estado haciendo frente a varias dificultades y que, incluso, ha llegado a estar varios días sin luz en su vivienda.
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“Me han cortado la luz y he tenido que estar tres o cuatro días con velas, pero bueno, se ha solucionado”, ha explicado al ya citado medio, dejando entrever que está atravesando una mala racha económica.
La conversación con la artista, quien acaba de estrenar su primera obra de teatro a sus 42 años, Yo soy Karina, que fue representada el pasado lunes 15 de enero en el Teatro Bellas Artes de Madrid, ha dejado entrever que se encuentra atravesando un momento agridulce. Además de hablar de su vida tras los micrófonos, también ha desvelado cómo llegó a convertirse en “carne de los programas del corazón”.
“Era algo que ni siquiera estaba segura. Yo estoy segura en un escenario cantando mis canciones. Con eso soy fuerte. Ahora, tú me sientas en un plató a hablarte de si periquito me ha engañado o de si tú me mientes y me vengo para abajo…”, ha dicho. “Desgraciadamente, no guardan educación y respeto hacia la persona que tienen delante. Es muy feo que una persona te esté contando algo, la interrumpas y le digas que no es verdad cuando te está contando su verdad”, ha afirmado.
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“A mí no se me caen los anillos”
Otro de los temas de los tópicos que se tocó en la conversación ha sido el paso del tiempo. “Te miras en el espejo, te das cuenta de que eres mayor y te tienes que preguntar si quieres ser una abuelita o una mujer que trata de dar todavía todo lo que puede dar”, ha manifestado al ya citado medio.
“Y mi respuesta fue que quiero seguir trabajando con un poco de mesura. Por ejemplo, en verano ya no hago gira por los calores, pero vuelo al teatro los lunes porque la función es un día a la semana”, ha explicado.
Además, ha desvelado que, en estos difíciles momentos, su mayor pilar ha sido su familia. “Siempre hay que hablar con la familia, en este caso con mis hijas para que te paguen el recibo. Siempre hay una salida”, ha manifestado al ya citado medio. “Yo he pedido trabajo en la televisión alguna vez. Muchas veces han dicho que Karina se había retirado. Me querían retirar y yo siempre contestaba que estaba en activo. A mí no se me caen los anillos. El trabajo nos dignifica y pasarlo mal te fortalece, siempre que lo malo no sea muy largo”, ha zanjado.