Felipe González no va a dejar de aprovechar cada foro en el que pueda alzar la voz para clamar contra la amnistía a los condenados y procesados en relación con el referéndum ilegal el 1 de octubre de 2017 en Cataluña, habilitada por el partido que lideró cerca de 18 años. Este martes lo hizo de nuevo, coincidiendo con novedades en el Congreso de los Diputados sobre la futura ley: Junts y ERC elevaron sus exigencias. La legislatura apenas cumple dos meses y a Pedro Sánchez ya se le ha roto la mayoría para gobernar. González lleva tiempo alertando de lo que supone sentarse a negociar con el independentismo, más aún si se trata de Carles Puigdemont.
El expresidente fue protagonista este martes en la X Jornada Gregorio Peces-Barba, compartiendo escenario con Eduardo Madina, antiguo rival de Sánchez. “La Constitución está siendo atacada de forma despiadada e irracional”, alertó González, que llama a la sociedad a “reaccionar”. A su juicio, España está bajo “amenaza” porque “se están tomando decisiones que poco tienen que ver” con los grandes desafíos como país. En este punto, lamentó que PSOE y PP no sean capaces de alcanzar acuerdos de Estado y se preguntó si se tratará de falta de “inteligencia” o de “voluntad”.
“No es más difícil ponerse de acuerdo hoy que antes”, opinó González, crítico con que siglas que suman más de 200 escaños sigan “creando muros y divisiones ficticias”. Horas antes de estas palabras sucedió una tregua, nada menos que para una reforma constitucional a cuenta del artículo 49, para eliminar el término “disminuidos” y sustituirlo por “personas con discapacidad”. Vox se abstuvo. El trámite ya está en marcha en el Congreso de los Diputados.
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“Me rebelaré contra todos los ómnibus”
Pero González habla de otras materias. Aboga por que Sánchez no dependa de fuerzas periféricas y pueda apoyarse en el principal partido de la oposición para consensuar y sacar adelante las medidas maestras del mandato, como los escudos sociales o los sucesivos presupuestos generales. De otra forma, apuntó el expresidente, mandará “el chantaje de las minorías”. El histórico socialista no localiza tanto el problema en esas minorías, “que gritan o que quieren deshacer el sistema”, como “en los que tienen una mayoría y ceden”, en clara alusión al PSOE.
Entre los asistentes al acto, centrado en el 45 aniversario de la Carta Magna, se encontraban los presidentes del Congreso, Francina Armengol, y el Senado, Pedro Rollán, pero no menos destacada la asistencia del expresidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) Carlos Lesmes o de los jueces Pablo Llarena, que ha trabajado estos últimos años para que Puigdemont rindiera cuentas ante el Supremo, y Manuel Marchena, presidente del tribunal que dictó la sentencia del procés. González tuvo palabras muy elogiosas precisamente para los jueces y fiscales que instruyeron “de manera impecable” esta causa.
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El expresidente no dejó pasar el pleno para el debate y votación el pasado miércoles de los decretos anticrisis del Gobierno, ya no solo por el “espectáculo” visto -así lo calificó- como por la fórmula empleada por el Gobierno para sacar adelante estas iniciativas: “Me rebelaré contra todos los ómnibus que se vayan presentando, manteniéndonos en una situación de emergencia indefinidamente. ¿Hasta cuándo una situación de emergencia?”.