En 2023 aumentó más de un 116% la llegada de menores migrantes a España y al menos 51 fallecieron en el trayecto

2023 no solo ha sido un año récord en cuanto a llegadas de migrantes adultos a España, sino que también arribaron más menores que en ningún otro año desde que hay registros. Del total de 56.852 personas que llegaron de forma irregular a las costas españolas el año pasado, según datos del Ministerio del Interior, 5.151 eran menores de edad, lo que se traduce en un 116,8% más que en el año anterior, donde se registraron 2.375 llegadas, y tanto en ese año como en el 2023, la gran mayoría eran niños, aunque en los últimos meses también ha habido un incremento de la llegada de niñas.

Canarias fue la comunidad autónoma que más personas migrantes recibió, un total de 39.910 que arribaron por vía marítima, y también registró un mayor flujo de niños, niñas y adolescentes respecto a años anteriores (2.274 a fecha de 6 de octubre de 2023 frente a los 1.713 de 2022, según datos del Gobierno canario). Por otro lado, las llegadas marítimas a Baleares, Península y Melilla aumentaron, pero bajó en Ceuta y se redujo el número de llegadas terrestres a Melilla y Ceuta.

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“Una de las razones por las que se ha visto este crecimiento de las llegadas a Canarias es por la situación crítica que se vive en el Magreb y en otros países cercanos como Senegal”, indica Catalina Perazzo, directora de políticas de infancia en Save the Children. Desde Senegal han salido más migrantes en embarcaciones precarias donde se juegan la vida debido a que el país vive una crisis social y política que ha desembocado en disturbios y enfrentamientos, además de que la inestabilidad alimentaria y la crisis climática también aumentan los movimientos migratorios. .

A finales de diciembre se conoció la muerte de un niño y de un joven de 18 años por frío en un cayuco rescatado en Canarias. Con ellas, el número de muertes totales de adultos y niños en 2023 en el camino hacia España -tanto la ruta canaria como en el Mediterráneo – asciende a 1.411, según la Organización Internacional para las Migraciones, si bien indica que podrían ser muchos más los fallecidos. El número de niños, niñas y adolescentes que han muerto en su ruta migratoria sería de al menos 51 muertos.

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Desde Save the Children aclaran que se trata de menores que huyen de países en guerra, de entornos hostiles o de la falta de oportunidades en sus países de origen, por lo que reclama a las comunidades autónomas que haya una coordinación y un protocolo para atenderlos.

Además, cabe recordar que distintas organizaciones han alertado de que se utilizan métodos para determinar la edad con márgenes de error que dejan a niños y niñas fuera del sistema de protección. Cuando un migrante desembarca en Canarias y alega ser menor, pero no cuenta con un documento que lo acredite —o se sospecha que puede ser mayor de edad—, la Administración comprueba si es cierto o no mediante una prueba ósea, un examen que puede incurrir en un margen de error de hasta dos años y que además se suele demorar, por lo que muchos migrantes quedan en un limbo.

Así, la Fiscalía ha cifrado el número en 200 menores que fueron trataron como adultos, por lo que Perazzo recuerda que “incluso, en algunos casos, hay adolescentes que dicen que son mayores de edad porque piensan que así tendrán mayores oportunidades de quedarse en el país”.

El Gobierno aprobó hace unos días la creación de una Comisión Interministerial de Migraciones, un organismo que Save the Children considera esencial para que se dé “un impulso adicional a la cuestión crucial del reparto de niños y niñas sin referentes familiares entre comunidades autónomas”.“La gestión de la situación de la infancia y adolescencia no acompañada es un desafío complejo y urgente que requiere una respuesta integral y coordinada para garantizar su bienestar y protección”, ha indicado Perazzo, que también indica que se debe facilitar su inclusión en la sociedad teniendo en cuenta “su interés superior considerando cuestiones como si tienen familiares o red en el territorio”.

La Comisión interministerial “supone una oportunidad excelente para discutir y promover un enfoque de infancia integral en las políticas en ámbito migratorio”, concluye la experta.