La Consejería de Fátima Matute tiene planes para la sanidad pública de la Comunidad de Madrid. Al tapón que se produce en los centros de salud ante la falta de médicos de familia y las demoras en la Atención Primaria para encontrar cita, el Gobierno ha puesto en marcha un plan que no cuenta con el apoyo de sindicatos, sanitarios ni oposición.
La Consejería aspira a que los pacientes acudan a otros centros de salud y otros facultativos cuando su médico habitual no esté disponible. La propuesta es rechazada de pleno por todas las entidades relacionadas con la sanidad pública, porque no solventa las demoras de las que Madrid no se escapa. El 54% de los ciudadanos necesita esperar más de una semana para verse con su médico de cabecera.
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La realidad de Madrid es que sobran puestos de trabajo cuando los estudiantes finalizan su formación, conocida como MIR. Los últimos datos revelaban que el 83% de las plazas destinadas a quienes termina sus prácticas MIR quedaban vacantes. Los médicos optan por otras comunidades y otras condiciones laborales, dado que la Comunidad de Madrid tiene un grado de precarización más alta que el resto de regiones y rechazan formar parte del SERMAS. El 54% de los especialistas en Madrid tienen contratos temporales, un porcentaje a reducir al 8% por imperativo europeo.
Malestar por el proyecto de la Comunidad de Madrid
Las críticas han sido escalonadas y firmes. El primer organismo en salir al paso fue AMYTS, el principal sindicato de médicos de la Comunidad de Madrid: “Rechazamos este proyecto al atacar valores fundamentales de la Atención Primaria y dar por perdidos a los centros de salud críticos por falta de médicos”, apuntaban al conocer la noticia.
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Por otro lado, otro sindicato mayoritario en el sector, Comisiones Obreras (CCOO) se fijaba en las lagunas del proyecto: “Atenta contra la salud de la población y contra el modelo del primer nivel asistencial sanitario. Obligaría al usuario a acudir a centros, en algunos casos, muy lejanos a su domicilio y además no garantiza dicha accesibilidad, puesto que la mayoría de los centros de salud de la Comunidad de Madrid están saturados”, aseguran.
La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) tampoco se muestra favorable al proyecto: “La Consejería de Sanidad madrileña destroza la Atención Primaria en lugar de hacer lo que debería: aumentar el presupuesto sanitario y especialmente el destinado a la Atención Primaria reforzar los medios humanos de la AP y garantizar las urgencias de AP y citaciones en medicina de familia en un plazo máximo de 48 horas”.
La Comunidad de Madrid será en 2024 la región de España con menor inversión por habitante en sanidad. De media, las comunidades invierten 1.906 euros por habitante y la región será por quinto año consecutivo la que menos dinero invierta, 1.468,38 euros, más de 400 euros por debajo de la media nacional.