En el corazón de la Costa Brava se ubica uno de los rincones más mágicos del mediterráneo. Sus encantos únicos, presididos por su imponente castillo, cautivan al viajero de una manera espectacular. Estamos hablando de Tossa de Mar, una villa marinera que mantiene la esencia medieval a la perfección. Todo ello al conjunto de la Vila Vella, un recinto amurallado que se mantiene a la perfección y que es uno de los principales monumentos del pueblo.
Historia del castillo del Tossa del Mar
La fortaleza de Tossa de Mar fue construida en el siglo XII, durante el reinado de Abert I, y fue concebida originalmente para proteger a la población de los ataques provenientes del mar, frecuentes en aquellos tiempos. La muralla que rodea el recinto amurallado posee torres circulares que son emblemáticas del paisaje de Tossa de Mar.
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De todas ellas, las más características son la Torre de las Horas, situada en la entrada del patio de armas; la Torre de en Joanàs, la cual domina la bahía de Tossa; y la Torre d’es Codolar o del Homenaje, que se erige junto al antiguo Palacio del Batlle, que hoy en día acoge el Museo Municipal. Esta última, además, tiene una característica muy especial, y es que preside la cala es Colodar, una pequeña playa a la que solo podemos llegar desde el recinto amurallado.
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Con el paso de los siglos, el castillo ha sufrido diversas modificaciones. En el siglo XIV, se agregaron nuevas edificaciones para aumentar su capacidad defensiva. Sin embargo, en el siglo XV, con el declive de la amenaza pirata, el castillo perdió importancia militar y sufrió un proceso gradual de abandono.
A pesar de ello, el conjunto conserva gran parte de su estructura original. Entre sus elementos destacados se encuentra el faro, construido en el siglo XX sobre una de las torres medievales, que se ha convertido en uno de los símbolos distintivos de Tossa de Mar. Además, dentro del recinto amurallado, se hallan restos de antiguas viviendas y la iglesia de San Vicente, de estilo gótico tardío, que data del siglo XV.
Horarios de visita
En cuanto a la visita a la Vila Vella, cabe destacar que el acceso es libre y gratuito. De hecho, no cuenta con horarios de entrada y salida, ya que el recorrido se puede hacer a cualquier hora.
La impresionante playa que está a los pies del castillo
Tossa de Mar es una pueblo que lo tiene todo. Como buena villa marinera no podía faltar las buenas playas y el sol. Así, a los pies de la fortaleza, concretamente bajo la torre del homenaje, se encuentra la preciosa cala es Colodar. Se trata de uno de los rincones más especiales de la localidad y no es para menos, pues la belleza que proyecta es increíble.
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Sin embargo, su acceso no es sencillo, ya que es necesario hacer pequeña caminata por senderos rodeados de pinares y flora autóctona, lo que constituye parte de su encanto y atractivo. Igualmente, la playa no ofrece servicios de sombrillas, tumbonas ni chiringuitos, lo que facilita la conservación de su entorno natural y la hace ideal para aquellos que buscan una experiencia más auténtica.
Hoteles y restaurantes cercanos
Los restaurantes de Tossa de Mar ofrecen al viajero una increíble experiencia gastronómica de la mano de los mejores productos locales. Así, destacan establecimientos como Sa Muralla, Restaurante Gallego Tossa de Mar o Restaurant L’Ajustada. Por su parte, algunos de los alojamientos donde uno puede descansar son el SM Hotel Turissa, Golden Bahía de Tossa & Spa o el Hotel GHT Costa Brava. Tanto los alojamientos como los restaurantes cuentan con más de cuatro estrellas en las calificaciones de Google hechas por los usuarios.
Cómo llegar
Desde Girona, el viaje hasta Tossa de Mar es de alrededor de 45 minutos por las vías C-65 y GI-681. Por su parte, desde Barcelona el trayecto tiene una duración de una hora y 20 minutos por la carretera C-32.