“Ahora sé quién soy”. Con esa rotunda declaración se presenta Angy Fernández a una prueba de fuego en su carrera, el Benidorm Fest. Tras unos años alejada de la música y centrada en su faceta interpretativa, la joven se atreve a seguir a esa voz que desde hace dos años la animaba a participar en el concurso, aunque ha sido ahora, en su tercera edición, cuando se ha sentido preparada para sortear sus miedos y lanzarse al vacío.
A sus 33 años, la actriz y cantante quiere marcar un punto de inflexión en su carrera y espera que este certamen le dé el impulso que necesita para volver a dedicarse a la música. Y es que, aunque no le ha faltado el trabajo en el teatro, le gustaría poder compaginar todas sus facetas artísticas sin tener que renunciar a ninguna de ellas. Así lo cuenta en esta conversación con Infobae España en la que, además, se sincera sobre su ansiedad, sus dificultades para encontrar un hueco en la interpretación o las secuelas psicológicas de su abrupto salto a la fama cuando apenas tenía 16 años.
¿Cómo llevas los nervios previos a estar en Benidorm?
Creo que hasta que no nos veamos allí, no nos vamos a dar cuenta. Lo estoy llevando bien, tengo muchas ganas de estar allí y de vivir la experiencia. Mis compañeros están superilusionados y eso se transmite. Yo también lo estoy, pero como estoy en el teatro, parece que vivo en una burbuja y hasta que no esté allí, no voy a ser consciente de lo que está pasando.
¿Ya has cerrado la puesta en escena y el vestuario?
La puesta en escena está cerrada. Nunca había creado algo de cero con este equipo, aunque ya nos conocíamos, y entendieron muy bien lo que yo quería contar, aunque la canción también da mucha información de lo que quiero transmitir. El vestuario me lo hace Ana Locking, pero ha estado a tope con ‘Drag Race’. Ahora ya está con lo mío y estamos hablando para cerrarlo.
¿Conocías de antes a Ana Locking? ¿Qué te llevó a elegirla a ella?
La conocía de encontrármela en los eventos. Es de esas personas que llevan toda la vida y te transmiten esa humildad. La veo como una profesional trabajadora y buena, siempre que nos veíamos teníamos buenas palabras la una para la otra. Además, recuerdo que fue una de las primeras que me invitó a la Fashion Week cuando yo tenía 18 años y no sabía ni lo que era el front row.
¿Te has puesto en sus manos a ciegas o le has dado alguna pauta de lo que quieres?
A mí me encanta mirarlo todo y le pasé cosas suyas antiguas. Ahora lo hace todo como más abullonado, que a mí no me funciona porque soy más pequeñíta, así que le pasé bastantes referencias de cosas que hacía antes y que me encantan. Ella también mira a otros diseñadores. Yo quería a alguien abierto que sepa que bebemos de referencias y que no diga “esto es así y punto”. Nos hemos entendido muy bien.
El Benidorm Fest supone también tu vuelta a la música. ¿Por qué has querido hacerlo aquí?
El año pasado saqué un single sin pretensiones, por mi cuenta, porque ya eran muchos años y tenía que empezar a volver a construir. Pero cuando empiezas casi de cero, los resultados no son los que esperas. La gente me dice “pero si eres conocida”, pero ahora mismo da igual que seas famosa o que no. Lo del Benidorm Fest me lo he planteado los dos años anteriores, pero siempre me frenaba el miedo. Me siento más tranquila en mi teatro y en mi casa, pero quien no arriesga, no gana. Este año he decidido hacerlo, quitarme esos miedos y volver a hacer lo que me gusta.
¿Notas muchos prejuicios por compaginar la televisión, el teatro y la música?
Ha habido de todo. Hay gente muy abierta a que haya cantantes y actores. En Estados Unidos es así y aquí tenemos ejemplos de directores que valoran eso, como Manolo Caro o Los Javis, pero hace unos años había menos. La única vez que fui a los Goya, un actor muy conocido me dijo “si quieres que te tomen en serio, lo que tienes que hacer es dejar la tele”. Eso se me quedó grabado y me da pena, porque me gusta la tele, la música, el teatro… Creo que está cambiando la cosa y yo quiero cambiarlo.
En este tiempo, ¿cuánta gente te ha dicho eso de ‘ahora no estás haciendo nada’?
¡Madre mía! Me pasa un montón, me dicen “¿tú eres la de ‘Física o Química’? Ahora no se te ve, ¿estás bien?”. Parece que estás en el teatro y desapareces, aunque vayan a verte mil personas en un teatro en el centro de Madrid, que es un sueño. Parece que si no estás en la tele, has desaparecido, pero lo puedo entender y no me molesta.
¿Te estás preparando con terapia para tu paso por el Benidorm Fest?
Sí, para eso y para todo en la vida, porque hay contratiempos todo el rato y de un día para otro. A mí la terapia me ha ayudado mucho y me sigue ayudando, llevo tantos años que ya tengo herramientas para afrontar situaciones como esta.
¿Estás muy pendiente de lo que se dice en redes sociales?
No tanto, aunque supongo que el día que actúe sí lo estaré. El día que anunciaron nuestros nombres en Sevilla, estábamos todos mirando a ver qué decían de nosotros. Ahora estoy menos pendiente, pero es verdad que me etiquetan en cosas muy bonitas o en los rankings de canciones más escuchadas.
¿Te afecta de alguna manera ver los tops que hacen con vuestras canciones?
Estoy en la mitad, que no me parece mal. Tampoco pasa nada si estuviera la última. Uno de los últimos es Roger y creo que es porque canta en catalán. Me da pena, porque es una buena canción y mucha gente tiene prejuicios con el catalán. Pero bueno, Chanel estaba la séptima y ganó. Mi prioridad es disfrutarlo y llegar a la gente. Que sea lo que tenga que ser.
“Me he planteado si me estoy valorando poco por presentarme al Benidorm Fest, pero hay que ser humilde y aprender”
¿Te ves en Eurovisión?
Intento no pensarlo, porque para evitar la ansiedad tengo que ir paso a paso. Primero llega la semifinal, si pasas, luego viene la final y, si ganas, ya llegará Malmö. Hay una posibilidad, aunque lo veo difícil. Hay una parte de mí que piensa que no va a pasar y eso me relaja, pero también me pone triste, porque me gustaría mucho representar a mi país y vivir esa experiencia. Lo que más miedo me da son las críticas, porque cuando vas a Eurovisión, te dan por todos lados.
El Benidorm Fest también tiene una parte de ‘talent show’, porque os van a puntuar. ¿Te has preparado para eso?
¡Hostia, pues no! (Risas) Estoy acostumbrada, porque lo he vivido en Factor X, en TCMS... Con los años te das cuenta de que todo es relativo, quedar el último no quiere decir que tu canción sea una mierda. Eso es con lo que hay que quedarse. Sé que hay artistas a los que han llamado para presentarse y dicen que no, que irán a Eurovisión si les eligen directamente. Lo entiendo, porque si llevas toda la vida y tienes un nombre, no quieres medirte frente a otros. Eso me ha llevado a pensar si me estoy valorando poco, pero no, porque yo aunque tenga un nombre me he alejado de la música y no he vendido tantos discos. Hay que ser humilde y aprender de esto.
¿Qué esperas que te aporte el Benidorm Fest?
Espero que me aporte un año de más trabajo, de volver a posicionarme y al punto de mira de esa gente que me pregunta qué estoy haciendo ahora. Me encantaría hacer conciertos y quitarme ese miedo, disfrutar y crecer como artista y como persona.
La ansiedad a veces hace que no puedas disfrutar de los buenos momentos. ¿Te ha pasado esto en tu carrera?
Me ha pasado bastantes veces. No todo el rato, pero sí. Estaba en una serie de éxito e iba a trabajar en piloto automático, porque sentía ese dolor. Me ha pasado hace poco en el teatro, he estado haciendo la función con ansiedad, pero tengo que lidiar con ello. La cabeza es muy puñetera, así que hay que intentar tener herramientas y respirar, que parece una tontería, pero es fundamental.
“Cuando volé a Madrid para entrar en ‘Factor X’, no podía parar de llorar. Quería irme a mi casa”
¿Ya te pasaba en ‘Física o Química’?
Creo que empezó en Factor X. Yo era una niña, tenía 16 años y me fui del instituto, dejé a mi madre y a mis amigas. Era la primera vez que cogía un avión sola e iba llorando sin poder parar, pensaba “¿dónde me estoy metiendo?”. Ahora me he dado cuenta de que ahí empezó mi ansiedad. Luego lo disfruté, hice amigos y lo pasé increíble, pero es que era una niña, no tenía ni idea de nada. Antes de que me quitaran el móvil, yo llamé a mi madre y no podía parar de llorar, me quería ir a mi casa. Todo lo que sentía era miedo e incertidumbre.
¿Influyó en tu ansiedad el hecho de encadenar el programa con ‘Física o Química?
Sí, vino enseguida. Cuando me llamaron para el casting, pensaba que era una broma. Al final, hice el casting en Madrid y me cogieron. Tuve dos semanas para mudarme y yo otra vez cagada de miedo. Con 17 años, no estamos formados para lo que nos viene. Tuve suerte, pero todo me cambió muy de repente y es normal que a la cabeza le cueste gestionarlo.
¿Te gustaría volver a participar en una serie?
Lo estoy deseando, pero llevo meses sin hacer un casting. Que lo haga y no me cojan es normal, pero cuando ni siquiera te llaman para el casting te planteas “¿será que soy mala actriz?”. Al final te das cuenta de que ya me conocen y piensan que no doy el perfil. Sé que tengo un perfil muy marcado y que no soy el prototipo de chica guapa, pero lo que pido es que seamos un poco más abiertos. Yo me puedo cortar el pelo, rapármelo… Estoy dispuesta a hacer lo que se me pida, me da pena que haya tantos prejuicios conmigo y no se me dé la oportunidad de hacer un casting.
“Hay días que ensayo la canción y digo ‘no me creo una mierda, yo ahora mismo no sé quién soy’”
¿Sueles tirar de contactos? Porque Los Javis acaban de estrenar ‘La Mesías’ y van a hacer una serie sobre Yurena...
¿Te crees que no les he escrito? ¡Pues claro! (Risas) Los dos me quieren mucho y yo a ellos, lo que pasa es que les llama todo el mundo, hasta gente que lleva toda la vida. Yo alguna vez les he preguntado que por qué no me llaman ni para un cameo, porque me habría encantado salir en Paquita Salas y decir una frase, pero ellos dicen que están buscando algo que sea para mí.
¿Tienes esa confianza de poder reprocharles que no te llamen?
Sí, claro. Entiendo que no me cojan para La Mesías, pero ahora que van a hacer la serie de Tamara, yo tengo pinta de friki, que me pongan haciendo de su amiga o algo (risas). Yo lo que quiero es trabajar de esto, no me creo nadie y no estoy en la posición de decir “yo soy la prota de esto”. Por ahora, no ha habido suerte, pero ellos saben que estoy y algún día volveré a trabajar con ellos, espero.
Tu canción se llama ‘Sé quién soy’. ¿Realmente lo sabes?
Creo que nunca se llega a saberlo. Lo que sí puedo decir es que lo sé más que hace unos años. Me siento con la capacidad de poder cantarlo, aunque es verdad que hay días que la estoy ensayando y digo “no me creo una mierda, yo ahora mismo no sé ni quién soy”. Lo que sí tengo claro es lo que no quiero, cada vez me valoro más y soy más consciente del potencial que tengo, que es algo que cuesta mucho. La canción la he hecho para reafirmarme y que me ayude.