En el año 2023, las infracciones relacionadas con el exceso de velocidad fueron la principal fuente de sanciones en las carreteras, representando un impresionante 60% del total de multas emitidas. Este incumplimiento de las normas de tráfico resultó en una cifra asombrosa: 507 millones de euros ingresados en las arcas del Estado. Ahora, la Dirección General de Tráfico (DGT) tiene la mira puesta en aumentar su control de la red de carreteras españolas.
En una medida que ha generado interés, ya que la DGT ha anunciado oficialmente la adquisición de 15 radares destinados a la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, con un coste total de 1,2 millones de euros. Este gasto se ha registrado en el Boletín Oficial del Estado (BOE), y se traduce en un desembolso aproximado de unos 78.650 euros por cada uno de estos dispositivos de control de velocidad.
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Anteriormente, se había llevado a cabo la compra de 300 radares por un total de 17,5 millones de euros, lo que equivale a aproximadamente 58.333 euros por cada cinemómetro.
Características y ubicación
Estos radares de nueva generación han revolucionado la capacidad de control del tráfico en las carreteras. Estos avanzados dispositivos son versátiles y pueden operar en diversas configuraciones, ya sea en posición estática, montados en trípodes o en el interior de los vehículos de la Guardia Civil, así como en movimiento, instalados a bordo de vehículos especializados como las reconocidas furgonetas PGC.
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Su versatilidad y poder de observación son notables, ya que pueden abarcar hasta seis carriles en ambas direcciones de la circulación, lo que permite la vigilancia simultánea o individual en múltiples carriles. Además, cuentan con la capacidad de diferenciar entre vehículos ligeros y pesados según su longitud mínima, permitiéndoles ajustar los límites de velocidad de acuerdo con la categoría de cada vehículo.
Estos dispositivos no solo registran las velocidades de aquellos vehículos que superan el límite establecido, sino que también rastrean y determinan el carril por el cual circula cada vehículo que es objeto de medición. Incluso tienen la capacidad de identificar múltiples carriles si en la fotografía aparecen varios vehículos simultáneamente. Su función abarca la detección de vehículos que atraviesan la zona de medición, cubriendo tanto los carriles en dirección opuesta como en dirección hacia la cámara, asegurando una vigilancia completa y efectiva.
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La Dirección General de Tráfico (DGT) ha enfatizado la importancia de contar con radares de alto rendimiento, junto con sus respectivos soportes y cableados, para garantizar una medición precisa de las velocidades en múltiples carriles y en diversas modalidades de funcionamiento. Esta inversión en tecnología de vanguardia busca fortalecer la capacidad de control de tráfico y garantizar la seguridad en las carreteras.