Jodie Foster ha vuelto a la actualidad por la puerta grande. Esta temporada ha estrenado Nyad, junto a Annette Bening, por la que fue nominada a los Globos de Oro y ahora, la nueva temporada de True Detective, donde además de hacerse cargo del papel principal, también ejerce como productora.
La actriz no se ha prodigado demasiado en los últimos tiempos en la pantalla, hasta el punto de que su último protagonista fue de 2007 en La extraña que hay en ti, aunque sí ha aparecido en películas como The Mauritanian o Elysium.
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Por el contrario, se ha centrado en su faceta como directora desde que debutó con El pequeño Tate, a la que le siguieron A casa por vacaciones, El castor o Money Monster. También dirigió un capítulo de la serie antológica Black Mirror y otra de Historias del bucle. Pero lo cierto es que, la ganadora de dos Oscar por Acusados y El silencio de los corderos, ha preferido llevar una vida alejada de Hollywood.
Jodie Foster empezó su carrera en el cine siendo una niña, con tan solo 6 años, aunque fue gracias a Martin Scorsese y su papel en Taxi Driver cuando alcanzó el reconocimiento, aunque todavía era menor de edad (12 años) e interpretaba a una prostituta. “En aquella época ya había trabajado más que Scorsese y Robert de Niro y definitivamente me tenían miedo: ¿Qué hacemos con esta niña con esos shorts y esos zapatos de plataforma”, dijo la actriz en una entrevista al medio W Magazine.
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Las dificultades para una actriz de llegar a los 40 años
Por eso, el mayor reto para ella fue pasar de intérprete infantil a actriz adulta. Pero su madre le dijo que aprovechara el momento, porque cuando cuando cumpliera los 40 años, ya nadie la querría. “Me dijo claramente: nunca volverás a trabajar, a los 40 tu carrera se habrá terminado”.
Reconoce que llegar a la cincuentena es complicado para una actriz: “La gente no sabe qué hacer contigo, y tú tampoco tienes muy claro que hacer contigo misma”, bromea. “Estás completamente confundida acerca de cual es tu papel en este mundo, porque sigues intentando competir con tu pasado y con quien solías ser”.
Pero de repente, dice que cumplir 60 años le trajo una revelación. “Te das cuenta de que no te importan todas esas cosas que parecían tan graves cuando tenías 50. Puedes apoyar a otras personas porque sabes que es tu momento, hay algo de ser el más sabio en la sala que lo hace todo mucho más divertido”.
En efecto, ahora Jodie Foster parece encontrarse más cómoda en su piel que nunca. En 2013 salió del armario, comparte su vida con la fotógrafa Alexandra Hedison y tiene dos hijos de una relación anterior, por lo que también se ha convertido en un referente para la comunidad LGTBIQ+.