Aunque parezca mentira, hace justo diez años que se estrenó en nuestro país El lobo de Wall Street. La película de Martin Scorsese protagonizada por Leonardo DiCaprio llegó a nuestros cines como una de las grandes películas de 2013 y tanto tiempo después sigue siendo una película de lo más icónica. Basándose en la vida del bróker Jordan Belfort, la película estaba llena de momentos que han quedado para el recuerdo: las discusiones entre el personaje de Margot Robbie -quien por entonces era una actriz desconocida- y el de DiCaprio, la canción de Matthew McConaughey o el monólogo “No me voy” en la oficina.
En definitiva, la película estaba repleta de escenas memorables, aunque sin duda había una que brillaba más que el resto: la de cuando el protagonista se quedaba completamente paralizado por los efectos de las drogas, hasta el punto de que no podía ni llegar hasta su coche para volver a casa. Tal era el colocón del personaje, que la gracia de la escena estaba en que primero veíamos la escena desde su perspectiva, y luego lo que había pasado realmente. Es decir, en primera instancia veíamos cómo parecía que llegaba sano y salvo a casa y sin un rasguño en el lujoso deportivo, para en seguida comprobar que eso no es en absoluto lo que había sucedido.
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Nada más lejos de la realidad, pues la siguiente escena era ver lo que había sucedido realmente: que al salir del club con el coche se había estrellado con el resto de automóviles estacionados, al salir a la carretera adelantaba temerariamente y más tarde se estrellaba contra una señal de tráfico y un poste de luz. En resumen, que dejaba el coche hecho añicos. Un coche que, diez años después del estreno de la película, ahora se ha puesto a la venta. Y sí, está tal y como lo dejó DiCaprio, hasta el último desperfecto.
El traje de DiCaprio de regalo
Este coche, que no es otro que el 1989 Lamborghini Countach 25th Anniversary Coupé, acaba de salir a subasta gracias a la casa de subastas británica Bonhams, que organizará un evento en el que espera recaudar por el coche entre 1,5 y 2 millones de dólares. Una cifra que podría ser aun mayor a pesar de los destrozos evidentes que muestra, pues se trata de una pieza de coleccionista única, y que además viene acompañada de un curioso obsequio para la persona que se lleve el automóvil.
Porque además del lujoso e icónico coche, la casa de subastas incluye en el lote una serie de artículos relacionados con El lobo de Wall Street. Entre ellos están una silla de director y una claqueta, ambas firmadas por Scorsese, DiCaprio y Robbie, además de dos sudaderas con capucha originales del equipo y dos DVD de la película. Pero la joya de la corona es el propio traje que llevaba DiCaprio durante la escena, zapatos incluidos. Habrá que ver por cuánto sale finalmente el coche, pero esperemos que quien se lo lleve lo trate un poco mejor que su anterior propietario.