Con una jugada prodigiosa, a la altura de su trayectoria en el club colchonero. Recibió entre líneas, quebró a Modric y Rüdiger de un taconazo y atacó el espacio para cruzar su disparo con dureza. Gol número 174 con la camiseta rojiblanca, uno más que Luis Aragonés, quien hasta la noche del pasado miércoles era máximo goleador histórico del Atlético de Madrid.
Aragonés era un ocho cuyo área de acción ocupaba todo el frente de ataque. “Griezmann es polivalente. Con nosotros empezó jugando de banda, era un extremo izquierdo que colaborada con su lateral en defensa. Un volante izquierdo que ayudaba a controlar la banda con el lateral de su lado y lo hacía muy bien. Trabajaba con y sin balón, como hace ahora. Más tarde pasó a jugar un poco más hacia dentro en aquella conjunción con Carlos Vela. En la selección francesa ha jugado como delantero, mediapunta e incluso en algún partido como doble volante”, analiza para Infobae España Martín Lasarte, técnico que hizo debutar al francés en LaLiga.
Unos días después de hacer historia en el club rojiblanco, Griezmann ha vuelto a poner la piel de gallina a los aficionados. El delantero francés colgó un vídeo en sus redes sociales en el que sale hablando con la estatua homenaje a Aragonés en los aledaños del estadio Cívitas Metropolitano.
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Lo que sí tengo claro es que los dos seremos atléticos de por vida.
— Antoine Griezmann (@AntoGriezmann) January 15, 2024
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“La verdad, nunca imaginé tener esta conversación, pero le prometo que lo he querido siempre”, comienza el vídeo. “Cuando llegas aquí, todo el mundo habla de usted. Sus frases, sus valores, el escudo... Y la afición. Es increíble lo que empuja nuestra gente y lo que le quieren”, confiesa sobre la relevancia que supone la figura del Sabio de Hortaleza para el club y la afición.
El francés dice afirmar que “el espíritu del Calderón está aquí porque están ellos. Los que nunca fallan”, refiriéndose a la afición. “Yo sé que usted ya era leyenda cuando jugaba, el tiempo dirá si yo lo soy”, se sincera Griezmann aunque algo sí que tiene claro: “Los dos seremos atléticos de por vida”.
El club Atlético de Madrid ya ha expuesto en sus vitrinas la camiseta y el balón con el que Antoine anotó su gol 174, el que pasará a la historia de su carrera y del equipo rojiblanco, al convertirlo en el máximo goleador de la historia del Atleti.
Explosión goleadora
“Imagínate si no se llega a ir al Barça y hubiera seguido en el Atlético. ¿Cuántos goles llevaría?”, plantea el técnico que hizo debutar a Griezmann en Liga. Abandonar el Atlético en el verano de 2019 supuso una interrupción que jugó en su contra a la hora de poder alcanzar el hito y ese lugar tan distinguido en la historia del club. Dejó el Atlético con 133 goles en 257 partidos. “Yo en el Barça le vi triste. Con el ceño fruncido y la cabeza gacha. Me sorprendió porque la sonrisa es su seña de identidad. Quizás el hecho de llegar cuando se fue Neymar hizo que cayera en comparativas. Pero a los futbolistas, como a cualquier persona en la vida, a veces le viene bien un cachetazo psicológico”.
Volver a ser reconocido por la grada del Metropolitano ha contribuido a su plenitud en el campo y fuera de él. “A veces hay que cargar la mochila otra vez y decir ‘tengo que demostrar que sigo siendo el que era’. Volvió al Atlético siendo más maduro, los hechos lo demuestran. Ahora está más preparado. Fue un paso. Jugó en un equipo lleno de figuras con otros objetivos que no alcanzó. No él, sino el equipo, porque el fútbol es un deporte colectivo. Creo que le hizo bien de cara a volver al Atlético”, asegura Lasarte.