Tras 52 años como reina de Dinamarca, Margarita abdicaba oficialmente este domingo 14 de enero a favor de su primogénito y heredero, que ya es conocido como Federico X. Pese a que en innumerables ocasiones había repetido que reinar era “un deber de por vida”, durante su tradicional discurso de año nuevo anunció su intención de dejar el trono. Una decisión a la que llegó, según explicó, después de la operación de espalda a la que se sometió en febrero de 2023, tras la que se planteó “si no había llegado el momento de dejar la responsabilidad en manos de la siguiente generación”.
Y así fue como el 31 de diciembre de 2024 desveló a través de la televisión que dejaría de ser reina poco más de dos semanas después. Ahora que Margarita puede disfrutar de una más que merecida jubilación a sus 83 años, alejada de los focos, la agenda y el estricto protocolo royal, también tendrá más tiempo para sus aficiones, que no son pocas.
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En este más de medio siglo en la jefatura del estado danés, Margarita también ha podido profundizar en diferentes hobbies que, sin duda, ahora ocuparán buena parte de sus días y la harán disfrutar al máximo. Todos ellos tienen en común que pertenecen al mundo artístico, al que se hubiera dedicado sin dudarlo si su futuro no hubiera sido ser reina.
Entre otras cosas, la danesa ha hecho sus pinitos en el mundo del cine, para el que ha creado diferentes vestuarios. Uno de los últimos es el de la película Ehrengard: El arte de la seducción, una película estrenada en Netflix el pasado mes de septiembre en la que ha participado como escenógrafa y diseñadora de vestuario, logrando dos nominaciones a los Premios Roberts, los galardones más importantes de Dinamarca.
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Según se ha conocido, diseñó para la cinta varios decorados y trajes a través de 70 decoupages, una técnica artística que forma parte de sus especialidades y consiste en decorar superficies con imágenes de papel. Con este mismo procedimiento Margarita II ya hizo la escenografía de las adaptaciones cinematográficas de los cuentos de Hans Christian Andersen, La reina de las nieves, en el 2000, y Los cisnes salvajes, en 2009.
Pero la experiencia de la reina danesa no termina ahí. En lo que respecta a su faceta de diseñadora de vestuario, esta se ha forjado en diversas obras de teatro y ballets, área que le interesa desde su infancia, cuando visitaba el Teatro Real con sus padres para asistir a funciones como el ballet Napoli de August Bournonville.
Pintora
Autora de su monograma y el de sus hijos, la reina Margarita también pinta y dibuja con gran maestría. Una de sus obras más conocidas está ligada a uno de los libros más famosos de todos los tiempos, El señor de los anillos. Gran admiradora de Tolkien, ilustró algunas escenas con unos dibujos de estilo art nouveau que después mandó al autor, bajo un seudónimo, y que terminaron siendo publicados por la editorial.
Además, tiene tras de sí una gran cantidad de dibujos, pinturas y acuarelas que se han expuesto en diferentes países y, de manera más personal, ha diseñado los sellos navideños daneses de 1970, 2003 y 2015, así como el de Groenlandia del año 1983.
Costurera
Por si fuera poco, también es una consumada costurera. Según explica su biografía de la página web de la casa real danesa, empezó a interesarse por la aguja y el hilo cuando era niña y veía a su madre, la reina Ingrid, bordar como pasatiempo. Inspirada por ella, poco después probó suerte y creó diferentes objetos para su familia.
Con el paso de los años siguió tejiendo y algunas de sus piezas se expusieron en una exposición del año 2021 en la que podían ver tapetes, cojines, o manteles.