Ya hay fecha definitiva para el adiós de la DGT a los patinetes eléctricos

Los fabricantes deberán adaptar los vehículos de movilidad personal a exigencias de seguridad rigurosas para su circulación

Joven viajando en patinete eléctrico (Europa Press)

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha marcado el 22 de enero de 2024 en el calendario como la fecha definitiva en la que solo podrán circular por las vías públicas aquellos patinetes eléctricos que se ajusten a una regulación más estricta. Los vehículos de movilidad personal (VMP), entre los que se incluyen estos patinetes, se han integrado en el panorama urbano como una solución a la congestión y a la movilidad en las ciudades, aunque no sin controversia.

Desde el surgimiento de empresas de alquiler de VMP y la proliferación de estos vehículos en la segunda década del siglo, su presencia ha sido tanto un aliciente para la movilidad sostenible como un factor de riesgo en la seguridad vial. La facilidad de desplazamiento que ofrecen estos dispositivos los ha posicionado como una alternativa atractiva frente al tráfico pesado y como complemento al transporte público.

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No obstante, su uso ha tenido un coste. La acumulación de incidentes, que incluyen desde baterías incendiadas hasta accidentes de tránsito con peatones y otros vehículos, ha forzado a la DGT a tomar medidas contundentes. Además, el uso indebido de los patinetes, como la circulación por aceras o contramano, ha ocasionado un llamado a regular su utilización de manera más efectiva.

Requisitos a cumplir

Como repuesta a la problemática, la DGT ha estipulado un manual de características para la certificación VMP, que establece una serie de requisitos que deben cumplir los patinetes eléctricos. A partir de la fecha indicada, los fabricantes y distribuidores deberán asegurar que los VMP cuenten con dos sistemas de frenos independientes, que no excedan una velocidad de 25 km/h, y que faculten un sistema eléctrico seguro para evitar incidentes con las baterías.

Una mujer monta en un patinete eléctrico (Sarah Meyssonnier/Reuters)

Asimismo, es imperativo que los patinetes posean luces de frenado, señalización en ambos lados, matrícula y espejo retrovisor para mejorar su visibilidad e identificación en la vía pública. Se busca con esto mitigar el riesgo de accidentes y asegurar que los usuarios de los VMP y los peatones compartan las calles de forma segura.

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La decisión de la DGT de imponer estas regulaciones sigue la tendencia de administraciones locales y de otros países, que ya han limitado o prohibido la circulación de los patinetes eléctricos. Ciudades como Sevilla, Palma de Mallorca, Madrid y Barcelona, y otros casos internacionales como París, Atlanta, Lyon y Toronto, han establecido restricciones que contemplan desde la prohibición total hasta limitaciones por edad o horario. Además, en diciembre, Renfe decidió prohibir el acceso de estos vehículos a sus instalaciones y trenes, reforzando la percepción de que los patinetes eléctricos requieren una regulación acorde a su impacto en el entorno urbano.

¿Qué pasa con los patinetes que ya circulan?

Es importante mencionar que aquellos patinetes adquiridos antes de la entrada en vigor de la nueva normativa podrán seguir circulando bajo la normativa actual durante tres años más, hasta el 22 de enero de 2027. Esto ofrece un periodo de transición para que usuarios y fabricantes se adapten a las exigencias que buscan incrementar la seguridad de todos.

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Con la implementación de estas medidas, la DGT busca equilibrar beneficios y desafíos que traen consigo los VMP. El adelanto de la nueva regulación permite a ciudadanos y empresas prepararse para un cambio significativo en la forma en que estos patinetes formarán parte de la movilidad española. La dirección que se tome a partir de ahora podría definir el futuro de los VMP y su convivencia con otros medios de transporte en un entorno urbano cada vez más dinámico.

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