Las imágenes nunca vistas del retiro secreto que ahora usa Ayuso: la ‘Casita’ de 1.217 m² que cuesta mantener 85.000 € al año

Las vistas son idílicas desde un jardín bastante bien cuidado. Y la tranquilidad, absoluta. Protegida de miradas indiscretas por un pequeño y espeso bosque y una valla de seguridad, el Canal de Isabel II tiene una vivienda justo en la orilla del embalse de Santillana, entre los municipios madrileños de Manzanares el Real y Soto del Real. Un chalé que muchos presidentes madrileños llevan años usando como retiro especial donde mantener reuniones de trabajo, encuentros políticos secretos e incluso escapadas personales.

Un chalé construido en 1960 y que tiene una superficie de 1.217 metros cuadrados, con dos plantas en parte de su diseño, y que técnicamente se llama Centro de Reuniones Santillana, pero que en los mentideros del PP (no hay que olvidar que los populares llevan ininterrumpidamente gobernando casi 29 años la Comunidad de Madrid) se conoce como La Casita o la Casa de la Pradera. No es la única edificación del complejo, que cuenta con otras dos viviendas de 387 y 85 metros cuadrados, tres almacenes y un pequeño aparcamiento.

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La clave de esta instalación en su discreción. Para llegar a ella hay que coger un desvío que pasa desapercibido en la M-609, y transitar por una pequeña carretera que te lleva hasta la puerta de la finca. Desde allí los frondosos árboles que hay no te permiten ver más allá. Infobae España ha tenido acceso a fotografías del exterior e interior de la vivienda principal no publicadas hasta la fecha. La casa tiene siete habitaciones en la planta superior y una sala de reuniones, un despacho, un amplio salón con chimenea y una cocina en la planta baja. Un matrimonio que reside en Soto del Real se encarga de su mantenimiento diario, como una especie de guardeses de la finca. La seguridad corre a cargo de una empresa privada, las 24 horas del día, los 365 días del año.

La casa puede ser alquilada por cualquier consejería del Gobierno regional para realizar reuniones de trabajo. Para Presidencia, en cambio, es gratis. La actual presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, la utilizó a principios de esta semana para preparar el nuevo año con todos sus consejeros. En un par de ocasiones, Ayuso ha utilizado la vivienda para preparar reuniones importantes, como un debate de presupuestos. Pasando allí la noche. La casa está totalmente aclimatada. Tiene además en su exterior una isleta ajardinada que limita con el agua. Desde una especie de pequeña playa privada se puede ver la famosa torre de granito labrado, símbolo de este mítico embalse madrileño.

La expresidenta madrileña Cristina Cifuentes también la usó en sus dos años y medio de mandato, antes de su dimisión, para mantener encuentros discretos y de trabajo con responsables políticos. Allí tuvo alguna reunión discreta con otros presidentes autonómicos cuando quería que el encuentro fuera secreto. El chalé también fue usado hace muchos años por dirigentes del PP para mantener reuniones privadas y personales que nada tenían que ver con la actividad institucional del Canal y de la Comunidad de Madrid, según han explicado a este diario varias fuentes. Sobre todo, en la segunda legislatura de Alberto Ruiz-Gallardón y en las dos primeras legislaturas de Esperanza Aguirre, es decir, entre 1999 y 2011.

El Canal de Isabel II, que ha subastado muchas de sus propiedades, ha decidido, en cambio, quedarse con esta vivienda. El último contrato de mantenimiento fue adjudicado en julio de 2022, por dos años prorrogables otros dos más.

Cada año, la mayor empresa pública de la comunidad de Madrid abona 85.350 euros por estos trabajos de conservación, que incluyen toda la instalación eléctrica, el alumbrado exterior y de sus viales, las instalaciones térmicas y de agua caliente sanitaria, cámaras frigoríficas y máquina de hielo, las instalaciones de protección contra incendios, cerrajería, fontanería, saneamiento y albañilería, el correcto funcionamiento del portero automático y la puerta motorizada, jardinería y tratamiento de desinsectación y desratización.

Por mantener hasta se conservan los pararrayos de la casa y las tejas del tejado. Ahora se han pedido fondos europeos para instalar placas solares y cargadores para vehículos eléctricos.