Dinamarca vive este 14 de enero un día histórico, la abdicación de Margarita II tras 52 años como reina y la proclamación de su sucesor, su hijo Federico. Desde primera hora de la mañana una gran multitud se ha dado cita en los alrededores del castillo de Christiansborg, donde ha tenido lugar la ceremonia, para estar cerca de la familia real danesa en este día tan especial.
Veinte minutos antes del comienzo del acto, fijado a las dos de la tarde, el príncipe heredero y el príncipe Christian han salido desde el palacio de Federico VIII, en Amalienborg, en dirección al castillo. Junto a ellos viajaba la princesa Mary, la nueva reina, que para la ocasión se ha vestido de blanco, al igual que hizo la reina Letizia el día de la coronación de Felipe VI. Desde el coche se ha podido ver que lleva un abrigo del diseñador danés Soeren Le Schmidt.
Te puede interesar: Dinamarca se despide de la reina Margarita con un vídeo de sus mejores momentos
La reina, por su parte, ha recorrido la distancia que separa el palacio de Christian IX del castillo en el conocido como Carruaje de las Bodas de Oro y escoltada por el Regimiento de Húsares de la Guardia. A través de los cristales de su vehículo se ha podido ver parte de su indumentaria, compuesta por un abrigo de piel, un recogido sencillo y unos pendientes de diamantes y rubíes.
Ya en el interior del castillo de Christiansborg -un histórico enclave que fue residencia de la familia real hasta el año 1794 y que en la actualidad funciona como la sede del Parlamento y de los poderes judicial y ejecutivo-, todos ellos han acudido al Consejo de Estado, un acto que se celebra a puerta cerrada.
Pasadas las 14:15 horas, Margarita ha firmado su abdicación, convirtiendo a su hijo de manera inmediata en el nuevo soberano del país nórdico, en el que reinará bajo el nombre de Federico X. La transición oficial, sin embargo, no será hasta las 15:00 horas.
Una vez realizada la firma, la nueva familia real acompañada de Margarita han puesto rumbo al palacio de Christian IX, Amalienborg. Como curiosidad, la ya anterior reina no ha realizado el trayecto en carruaje al no ser la soberana de Dinamarca.
Los reyes Federico y Mary han ofrecido una recepción en el palacio de Christiansborg, la primera en calidad de monarcas. Han estado presentes diferentes personalidades como la Primera Ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen; Søren Gade, Presidente del Parlamento danés; el obispo de la diócesis de Copenhague, Peter Skov-Jacobsen; y el Primer Ministro de las Islas Feroe, Aksel Vilhelmsson Johannesen.
El saludo
Puntual, a las tres de la tarde, el nuevo rey ha salido al balcón del castillo de Christiansborg junto a la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen para saludar a los ciudadanos allí reunidos. La política ha programado oficialmente a Federico X como soberano quien, visiblemente emocionado, ha pronunciado un discurso que los asistentes han aplaudido y vitoreado. Finalizado este, su mujer y sus hijos se han unido a él para dar las gracias a la multitud, que durante varios minutos han festejado su presencia.
Siguiendo la tradición, se han disparado tres rondas de 27 salvas desde la batería Sixtus en Holmen, Copenhague para celebrar al nuevo monarca y, justo después, se ha izado su estandarte, marcando oficialmente el comienzo de una nueva era real.
Tal ha sido la expectación del público, que Federico X y su familia han salido dos veces al balcón para saludar. Aunque todos ellos estaban felices y emocionados, ha destacado la princesa Josephine, que ha realizado diferentes muecas mientras que estaba frente al público. Ajenos a ello, Federico y Mary no podían estar más felices y, para demostrarlo, se han dado un beso en público que bien podría ser el de una pareja de recién casados, de hecho, podrían haberlo sido teniendo en cuenta la elección de su vestuario.
Con esta muestra de amor no solo celebran una nueva etapa, sino que además dejan atrás todos los rumores que ponían en duda su relación y que surgieron tras la publicación de unas fotografías del ahora rey Federico X junto a Genoveva Casanova.