Con el creciente número de compras de vehículos eléctricos, es importante comprender cómo las condiciones climáticas adversas, en particular el frío, pueden afectar su rendimiento y autonomía. Aunque en los híbridos la influencia del frío es apenas perceptible, en los modelos totalmente eléctricos esta cuestión se vuelve más relevante.
Uno de los primeros desafíos que enfrentan los vehículos eléctricos en climas fríos es el espesamiento del aceite que lubrica la transmisión. Con temperaturas más bajas, el aceite se vuelve más viscoso, lo que aumenta la fricción interna y puede provocar una disminución en la autonomía de las baterías. Esto se traduce en una reducción en la cantidad de kilómetros que un vehículo eléctrico puede recorrer con una sola carga.
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Además, el uso frecuente de la calefacción durante el invierno tiene un impacto significativo en la autonomía. La calefacción eléctrica requiere un alto consumo de energía, lo que disminuye aún más la distancia que puede recorrer el vehículo con una carga completa. Esta disminución en la autonomía es un desafío común que los conductores de vehículos eléctricos enfrentan durante los meses más fríos.
Para mitigar estos efectos negativos, algunos vehículos eléctricos permiten la preclimatización, es decir, calentar el interior del automóvil mientras está enchufado a la red eléctrica antes de salir a la carretera. Esto puede ayudar a reducir la necesidad de calentar el vehículo mientras se conduce, conservando así la energía de la batería.
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Además de la disminución de la autonomía, el frío también afecta la velocidad de carga de las baterías. Las bajas temperaturas reducen la capacidad de la batería para aceptar una carga rápida, lo que significa que la recarga lleva más tiempo. Esto puede ser un inconveniente adicional para los propietarios de vehículos eléctricos que desean recargar sus vehículos en estaciones de carga pública.
Por último, el frío también puede limitar la función de frenado regenerativo, una característica común en los vehículos eléctricos. Esta función recarga parcialmente la batería durante la frenada, pero en temperaturas frías, su eficiencia se ve comprometida.
Los españoles apuestan por los coches ECO
Los coches eléctricos siguen siendo una asignatura pendiente en nuestro país. Sin embargo, en los últimos meses, los compradores de nuevos vehículos se decantan por el factor de la sostenibilidad. Algo que ya se empieza a notar en los concesionarios: según los últimos datos de matriculaciones, en el mes de octubre se han vendido cuatro coches 100% eléctricos por cada diez diésel.
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Así, las matriculaciones de turismos 100% eléctricos e híbridos enchufables crecieron un 53,3% en el mes de octubre en España, hasta alcanzar las 10.320 unidades, representando el 13,2% del total de matriculaciones de turismos del mes, según datos de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (Aedive) y la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos (Ganvam).