El expresidente del CTA, Sánchez Arminio, pasó “dos o tres horas en el destructor de papel” antes de ser cesado

Las anotaciones de los agentes de la Guardia Civil que registraron la sede de la entidad por su investigación sobre el ‘caso Negreira’, recogen que el excolegiado habría eliminado documentos

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El exarbitro y expresidente del
El exarbitro y expresidente del CTA, Vitoriano Sánchez Arminio (EFE/Javier Lizón)

La sombra del ‘caso Negreira’ se alarga, y más después de que saliese a la luz una nueva parte del sumario obtenidas por la Guardia Civil en un operativo efectuado en las oficinas del Comité Técnico de Árbitros (CTA) de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Según el acta del registro realizado el pasado 28 de septiembre en Las Rozas (Madrid), por orden del juez de Barcelona, Joaquín Aguirre, que investiga el caso, el excolegiado y expresidente del CTA, Victoriano Sánchez Arminio, pasó “al menos dos o tres horas en el destructor de papel eliminando documentos” el mismo día en que fue cesado de su cargo en 2018.

Estos hechos fueron advertidos por el exárbitro de Primera Divisón, Rubinos Pérez, quien indicó a los agentes que quizás no hallarían todos los documentos requeridos, ya que Arminio los había destruido, al parecer, habría pasado horas destruyendo dichas informaciones. “Durante el día de hoy, la Guardia Civil ha llevado a cabo un registro documental en la sede del Comité Técnico de Árbitros de la RFEF en el marco de la investigación del ‘Caso Negreira’, unos hechos que tienen que ver con la administración federativa de dos etapas anteriores a la actual gestión”, informó la RFEF en aquel momento.

El operativo de búsqueda fue minucioso: “Se procede a registrar el archivo del CTA que se encuentra en la planta -1 del edificio. Por los agentes se solicita información sobre la documentación a localizar y de manera espontánea el señor Rubinos Pérez manifiesta que cree que alguna no se encuentra, manifestando que a su creencia el día que cesó Victoriano este estuvo al menos dos o tres horas en el destructor de papel eliminando documentos”, consta en el acta de entrada y registro.

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Sánchez Arminio junto a Enríquez
Sánchez Arminio junto a Enríquez Negreira

En el transcurso del registro, tal como reveló en exclusiva El Español, se presentó Raúl Massó, antiguo secretario del CTA, con la intención de “colaborar con las pesquisas”. Sin embargo, Massó expresó a los agentes su desconocimiento sobre el paradero de los documentos relacionados con los ascensos y descensos de los árbitros de Primera División. A pesar de las dificultades, la Guardia Civil logró confiscar diez carpetas de cartón, conteniendo expedientes personales y la baja de varios árbitros, además de cinco comunicaciones sobre cambios de categoría con las clasificaciones correspondientes, firmadas por Negreira, entre otros responsables.

Información en los ordenadores

El escrutinio se extendió también a la esfera digital. Se localizaron varios ordenadores de los que solicitó que se examinase su contenido y, en el despacho del contable, se encontró “un armario que contiene diversas carpetas, entre ellas una llamada contratos y colaboradores”. Se intentó acceder a las cuentas de correo electrónico de Negreira, José Óscar Medín y Ángel Franco, pero sin éxito; la cuenta de correo de Arminio estaba vacía. Además, los empleados del CTA no pudieron proporcionar información sobre cuatro facturas específicas, alegando desconocer su paradero.

Este suceso no es el único que ha oscurecido la figura de Sánchez Arminio. En marzo, fue citado como investigado por la Audiencia Nacional por el ‘caso Soule’, relacionado con un presunto desvío de fondos de casi ocho millones de euros. Arminio, sin embargo, ejerció su derecho a no declarar y falleció en mayo debido a un cáncer de pulmón, dejando tras de sí un rastro de dudas y cuestionamientos que siguen sin resolverse.

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