La Audiencia Provincial de Ourense ha iniciado el juicio a dos acusadas de apropiarse de casi 50.000 euros el día que murió un familiar. Las dos mujeres, madre e hija, han defendido en esta primera sesión su inocencia: “Él me puso de titular para que pudiese sacar lo que quisiera”, ha manifestado la cuñada del fallecido.
Los hechos se remontan al pasado 30 de abril de 2019 cuando el hombre, cuñado y tío de las acusadas, respectivamente, falleció en el hospital de O Barco de Valdeorras, después de pasar diez días ingresado en fase terminal de una enfermedad. En tal fecha, según el escrito fiscal, la cuñada traspasó 35.814 euros de una cuenta en la que ambos eran cotitulares a otra de su propiedad y de su marido, y además envió 12.000 euros a una cuenta de su hija, sobrina del fallecido.
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Para la Fiscalía las transferencias se realizaron “a sabiendas” de que el dinero había sido aportado íntegramente por el fallecido y que la cotitularidad era “solo para facilitar la gestión de cuentas”, no porque la mujer hubiese contribuido en la aportación de fondos.
El fallecido había nombrado en el testamento herederos a sus sobrinos por partes iguales, por lo que fueron llamadas a heredar veinte personas, entre ellas la sobrina acusada. Las encausadas “aprovecharon la confianza familiar que tenían con el resto de primos, y que muchos vivían fuera de Galicia” para conseguir que 14 de esos sobrinos diesen un poder especial ante notario para que la acusada aceptase la herencia y evitar múltiples desplazamientos al acto de aceptación y adjudicación en O Barco de Valdeorras, según el Ministerio Público.
Según relata la Fiscalía en su escrito “omitieron deliberadamente” mencionar las dos retiradas de efectivo previas, de 12.000 y 35.814 euros, cuando madre e hija aportaron a la gestoría, encargada del papeleo, la documentación remitida por las entidades bancarias con el saldo existente el día del fallecimiento.
Resto del dinero
Tras las transferencias realizadas quedó para repartir entre todos los herederos un total de 6.307,48 euros de una de las cuentas en vez de 24.614,96 euros, el saldo existente previamente, así como 17.900 euros en lugar de los 71.629,77 que debería haber en otra entidad bancaria. Además, madre e hija reclamaron al resto de sobrinos una cantidad de 450,11 euros por el importe del entierro y funeral del familiar, cuando “dichos gastos habían sido cargados a 30 de mayo” en la cuenta del propio difunto.
Esos son los hechos según el escrito fiscal. Según la defensa que ha realizado la sexagenaria en la Audiencia Provincial, por ser cotitular de la cuenta del fallecido, al que cuidaba a cambio de 400 euros al mes, cuando acudió al banco con la intención de sacar dinero para el entierro le dijeron que le correspondía a la mitad de lo que había en la cuenta.
“Yo no lo sabía, me enteré en ese momento”. “Él siempre me decía que si yo necesitaba dinero que sacara. Me puso de titular para que pudiese sacar lo que quisiera”, ha asegurado la mujer trasladando que no retiró más que la mitad que la entidad bancaria le dijo que le pertenecía “porque no necesitaba el dinero”. En esta misma línea, ha relatado que el hombre le preguntaba con frecuencia si había ingresado dinero a su hija, quién era sobrina y ahijada del fallecido. Así pues ha explicado que los 12.000 euros transferidos a la cuenta de su descendiente se trata de una donación en vida del familiar.
“Decía que le ingresase 12.000 euros para que no le faltara balneario, porque le va muy bien para sus problemas y llevaba tiempo queriendo darle el dinero, ya antes de ingresar en el hospital”, ha indicado antes de aseverar: “Yo no lo había hecho y cuando falleció dije ‘voy a cumplir su última voluntad’”.
La hija, que también se ha proclamado inocente, ha defendido que su tío siempre la quiso ayudar, pero que era ella quien se lo impedía, “le decía que guardara el dinero para él, que lo disfrutase”, ha manifestado. Ha expuesto que aceptó los 12.000 euros porque se trataba de la última voluntad, pero que los tiene guardados. “Soy una persona muy ahorradora”, ha aseverado, trasladando que al balneario acude todos los agostos con un programa del Imserso que vale 400 euros. Por la sala ha pasado también la denunciante, otra de las sobrinas del fallecido que ejerce la acusación particular.
Según su versión, su prima se ofreció a gestionar el trámite de la herencia y a ella cuando le entregaron la aceptación le pareció que faltaba dinero. Ha dicho que no fue informada con anterioridad de las transferencias efectuadas. “Me dijo que confiase en ella para no andar moviéndonos y no supe nada hasta que me dio todo el banco e investigué”, ha dicho, acusando a su prima además de simular su firma en un trámite, algo que para ella no cubría el poder de representación. “Podía firmar con su nombre, pero no con el mío. No podía falsificar mi firma”, ha sostenido.
Según la versión de madre e hija sí se informó a la familia de estos trámites e incluso la ahijada del fallecido, la sobrina encausada, ha relatado que contaban con un grupo de WhatsApp entre los primos para tratar todos los temas de la herencia, y alguno de los sobrinos que ha acudido a la Audiencia como testigo ha reconocido que sí sabía lo de los 12.000 euros y que “creía” que lo había leído en ese grupo. Así las cosas, en la jornada de este miércoles el juicio ha continuado con más testificales, entre ellas las de trabajadores de las entidades bancarias.
Fiscalía solicita para las dos mujeres, de 67 y 47 años de edad, una condena de 2 años de prisión por un delito de apropiación indebida y 3 años si se entiende que los hechos constituyen un delito de estafa. La defensa pide la libre absolución.