¡Llegó la mami! Chanel Terrero ha lanzado este viernes 12 de enero su álbum debut, ¡Agua!, casi dos años después de ganar la primera edición del Benidorm Fest y hacer historia en Eurovisión con un tercer puesto que supo a victoria. La artista ha transitado desde entonces por un camino que ella misma se ha labrado y, aunque se ha encontrado con “piedras y montañas” que le han dificultado alcanzar su objetivo, por fin puede compartir con sus seguidores su primer disco de estudio.
La espera ha sido larga y muchos se han impacientado en este tiempo en el que Chanel ha cambiado de discográfica, ha dejado de bailar la mítica coreo de SloMo y no ha parado de prometer que “se vienen cositas”. Y por fin se vinieron en forma de 12 canciones que van desde el alto voltaje sexual de Vuelta y vuelta hasta la catarsis de Agua.
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Como ya hizo con su actuación en Turín, la artista está dispuesta a callar bocas con su trabajo. Tan calladas se quedaron algunas de esas bocas tras el Benidorm Fest que, según confiesa en esta entrevista con Infobae España, nadie le ha pedido perdón por los ataques que recibió tras el certamen. Tampoco lo espera, aunque sí tiene su propia “lista negra” de personas a las que nunca dará la llave para abrir la puerta del muro que ella misma se ha construido con las piedras que ha ido encontrando.
¡Por fin está fuera! ¿Qué se siente?
¡Estoy como enamorada! Es un amor adolescente.
¿A quién que se le ha hecho más larga la espera, a los fans o a ti?
A los fans, porque yo no he parado. A ellos se les ha hecho larga y le hago una lectura muy positiva, porque significa que tenían ganas de consumir mi arte. Por eso mismo he querido tomarme este tiempo, que no ha sido de vacaciones, no he parado de trabajar. Soy una obsesa del trabajo y no quería ser una artista muñeco, que me dieran un producto. Esa no soy yo, no estoy vacía, tengo muchas cosas que transmitir.
¿Te ha costado hacer entender a los fans que en este tiempo no has estado parada?
Más que a los fans, a los haters. De hecho, alguna vez he contestado cuando me han puesto el meme de ‘haz un disco’, porque es como ‘amor, te invito un día conmigo’. Pero hay que tomárselo a coña porque el 90% de esas cuentas no tienen ni foto de perfil.
¿Ha sido difícil imponer tu lugar para crear un álbum debut con el que te sientas representada?
No, la verdad es que he tenido mucha suerte con la discográfica y con mi equipo. Obviamente, me han puesto unas piedras enormes, montañas en el camino. Montañas de estar días sin respirar, con ansiedad, de decir ‘tengo que ir, pero no sé cómo’. Pero aquí estamos.
Aun así, en el disco agradeces con mayúsculas a quienes te pusieron esas piedras. ¿Qué aprendizaje has sacado de eso?
Soy una persona muy positiva y siempre me quedo con lo bueno. Gracias a esas piedras o montañas, he aprendido mucho y me he puesto en unos límites que jamás hubiera imaginado estar. Esas personas forman parte de la artista y la business woman que soy hoy en día.
Decía Mecano en ‘Mujer contra mujer’ “con mis piedras hacen ellas su pared”. ¿Tú has construido tu propia pared?
Sí, pero con una puerta. Yo tengo la llave para quien quiera entrar.
Hablando de letras, en las del disco hay alto voltaje sexual. ¿Tenías claro que querías ir por este camino?
Ha sido bastante orgánico. Hay muchas canciones que he hecho durante este tiempo y las que más se acercaban a lo que soy yo son las de este disco. Es verdad que luego hice el análisis y hay un poco de alto voltaje, pero no quise cambiar nada. Es lo que hay.
“El día que di el pregón del Orgullo no quería salir, me daba pánico”
Además, en ‘Vuelta y vuelta’ le cantas a una mujer.
Fue una canción que me enseñó uno de los productores cantada con su voz. La escuché y dije “si esto lo canto yo a otra mujer, me parecería brutal”. Y así fue.
Es un mensaje muy importante y poco común en la música.
Sí. Recordemos que yo di el pregón en el Orgullo LGTBI de Madrid en 2022. Estaba muy nerviosa, eran muchas emociones, pero desde que empecé a trabajar con 16 años y empecé a ver el mundo de la farándula, empecé a moverme con más libertad. Soy una ‘mariliendre’ donde las haya.
También tuviste alguna crítica por aquel pregón.
Pero es que me critican por todo. Si me tiro un pedo en la Gran Vía, también me van a criticar. (Risas)
¿Te sentiste obligada a decir que eres parte del colectivo?
No me sentí obligada, porque no lo dije. Lo dije muy elegantemente. Esto fue en julio y yo había pasado el Benidorm Fest, Eurovisión, todo el hate… Había pasado muchas cosas que emocionalmente son heavys. ¡Señores, dejemos de exigir tanto! Yo di el pregón orgullosa, con mucho respeto, y dije lo que quería decir. Tengo que confesar que cuando estaba en el Hotel Óscar y empecé a leer el pregón, me puse a temblar. No he vivido más nervios que ese día. Es la única vez que he dicho “no quiero salir, me da pánico”.
¿Fue peor que en Eurovisión?
¡Sí! En Eurovisión había pisado ese escenario muchas veces y había ensayado como una loca. Pero en el momento tuve un momento de mucho miedo y mi gente me dijo “mi amor, lo vas a hacer bien”. Yo estaba como un perrito apaleado, mi miedo era que me dijeran que el vestido no me quedaba bien, que preguntaran por qué digo esto o lo otro…
¿Influyó en ese miedo lo que habías pasado anteriormente?
¿Tú qué crees?
El disco lo cierra una canción muy personal, Agua. ¿En qué momento exacto del proceso nace?
Nace dos semanas antes de cerrar el disco. Estaba con mi director artístico, Jordi Tello, que me decía “hace falta una canción que sea la canción”. Me senté con el productor a explicarle de lo que yo quería hablar y nació Agua, que es superpersonal.
En esa canción dices “por los días que ganamos, los días que aprendemos”. En el Benidorm Fest ganaste, pero también aprendiste. ¿Cuál fue el mayor aprendizaje de lo que viviste?
Uff, nunca me han hecho esta pregunta. Es que pasaron tantas cosas... Creo que el mayor aprendizaje es que todo pasa.
¿Te ha pedido perdón alguien en todo este tiempo?
No directamente, pero sí he recibido comentarios de gente que se siente como mal, que me dice “yo apoyaba a otra candidatura, pero al final me encantaste”. El perdón no lo he recibido, pero tampoco lo espero.
Has llegado a decir que tienes una lista negra...
Sí. Mi lista negra son personas que se pasaron de la raya, tanto con mi familia como conmigo. Son personas que desaparecen de mi mapa, no es que les vaya a disparar, lo que voy a hacer es no mirarle.
¿Hay políticos en esa lista?
No te voy a decir nada, pero son personas públicas.