A Vox le crecen los enanos. Primero fue el desplome de diputados, al pasar de 52 a 33, luego el goteo de salidas de sus pesos pesados, entre ellos, Iván Espinosa de los Monteros y Macarena Olona, y luego las irregularidades en sus cuentas. Se trata de una herida que no deja de sangrar y que ahora intentan curar a la desesperada. La mejor forma que han encontrado para hacerlo es bunkerizarse: ya comenzaron con este plan en el mes de octubre, eliminando la mitad de sus vicesecretarías y dando más poder al sector más extremista, encabezado por Jorge Buxadé.
Ahora, más que una tirita, ponen puntos de sutura a la herida en el partido, anticipando unas elecciones internas al 27 de enero para evitar que nadie pase por encima del liderazgo de Santiago Abascal. Y es que a nadie le da tiempo (y casi ni se atreve) a reunir los 3.269 avales necesarios para ser candidato antes de las 23:59 horas del 16 de enero, salvo al actual presidente del partido. Algunos situaban a Javier Ortega-Smith en las quinielas, que finalmente ha descartado dar un paso al frente para liderar el partido. Sin embargo, no se olvida aquella advertencia del vicepresidente del partido, diciendo que no se podía convertir en una “agencia de colocación” de amigos.
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Pero, además de las intenciones de Abascal de sortear a cualquier rival adelantando las primarias de marzo a enero, la puesta en marcha de esta asamblea extraordinaria ha desprendido cifras que permiten tomar el pulso al partido ‘ultra’. Según el acta de Vox a la que ha tenido acceso Infobae España, a 2024 Vox cuenta con unos 66.949 afiliados, sin embargo, la clave está en los que siguen pagando su cuota, que son 32.690. Comparando estos datos con los del 2020, el resultado es que los morosos de Vox han crecido en un 33%, puesto que hay unos 16.000 que han dejado de pagar su cuota.
Los afiliados de Vox pueden escoger entre varias tarifas, que van desde 1€ al mes, hasta los 30€ mensuales. Solo a modo ilustrativo y a través de un cálculo hipotético y bastante optimista, Vox podría haber perdido un total de 1,7 millones de euros. Podría ser una cifra bastante más alta, ya que el cálculo se ha hecho acogiéndonos a la cuota ordinaria que Vox sitúa en 9€ al mes, y acotando las 16.000 bajas a 12 meses, teniendo en cuenta que algunos afiliados llevarán cuatro años sin pagar.
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Desde Vox aseguran que tienen más afiliados que hace un año y se consolidan como tercera fuerza política con participación en cinco gobiernos autonómicos y centenares de ayuntamientos, además de tener “más proyección internacional que ningún otro partido político en España”, sin embargo, no niegan que sus afiliados son cada vez más morosos.
Vox pierde dinero público
Esta pérdida por las cuotas de los afiliados se suma a los 450.000 euros que dejó de percibir después de las elecciones del 23J. Por sus 33 diputados, Vox ingresa cerca de 700.000 euros, según lo establecido por la LOREG en función de los escaños en el Congreso y en el Senado. Además, ha perdido sus dos senadores, por los que percibía 32 céntimos por cada voto, además de los 81 céntimos del subsidio por voto en el Congreso, donde tienen representación, pero han perdido 19 escaños.
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Según sus cuentas anuales del 2022, el 63% de la financiación de Vox viene de subvenciones públicas, que se correspondían con 9,8 millones de euros, una cifra que habrá bajado debido a las pérdidas anteriormente explicadas. Lo interesante está en la financiación privada, que en 2022 se correspondía con 5,4 millones. Sin embargo, tal y como se constató hace pocos meses, Vox habría traspasado 7 millones de euros de dinero público durante 4 años a su fundación ideológica (presidida por Santiago Abascal). La última de esas transferencias se habría realizado entre enero y junio de 2023 por un importe de 1,5 millones de euros, en concepto de “donaciones”.
Precisamente, las alarmas sobre las donaciones saltaron hace unos días, cuando se publicaró una factura de los donativos que pedía Revuelta para financiar la Nochevieja en Ferraz, y en la misma se puede observar que Revuelta se comunica a través de la dirección de correo compras@voxespana.es, lo que demuestra que es Vox quien está detrás de estas operaciones. Además, este correo también aparece como vía para contactar con Revuelta: “Por favor, escríbenos a compras@voxespana.es si tienes alguna pregunta”, se puede leer en el documento de facturación. Sin embargo, Vox lo ha desmentido, asegurando que nunca ha “recibido ni gestionado dinero ni información alguna” de las donaciones realizadas a la organización juvenil Revuelta.
“Sin conocimiento ni consentimiento de Vox, una persona vinculada a Revuelta ha introducido, como correo de referencia para la plataforma de pagos utilizada por la asociación juvenil, un correo electrónico corporativo en lugar de un correo personal”, justifica la formación de Abascal.