Simpático, divertido, cercano, profesional... Roberto Leal reúne todas esas cualidades que tanto gustan al público y que le han convertido en uno de los presentadores más importantes de los últimos años. Consciente de su gran magnetismo, Atresmedia ha vuelto a confiar en él para presentar El Desafío, el concurso en el que ocho rostros populares de diferentes ámbitos se enfrentan a pruebas físicas y mentales que, como su propio nombre indica, son todo un desafío para ellos.
Roberto se ha convertido en el mejor defensor de este programa familiar que, por encima de todo, busca entretener de una forma muy blanca, algo que le encanta y le hace estar a por todas con el proyecto.
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Regresas a El Desafío un año más. ¿Qué tiene de nuevo esta edición?
Bueno, digamos que la complejidad. Siempre ha sido difícil superar una temporada de El Desafío por parte de los concursantes del jurado de todo el equipo, porque digamos que ponemos el nivel muy alto y este año se han complicado las pruebas. Se complica un poco todo porque el trabajo que tienen que hacer [los concursantes] es muy duro y, cuando les salen bien, lo celebran a lo grande y, si no, la frustración es total. Las emociones están todavía más a flor de piel y eso depende mucho también del casting. En este casting han sido una piña desde el principio. Mucha hermandad, pero también eran un mar de lágrimas constante que había que intentar levantar. De cualquier manera, lo he vivido muy desde dentro. Me ha tocado.
¿Has tenido que hacer tarea de presentador y también un poco de psicólogo?
No sé si de psicólogo, pero sí, ha sido casi como alguien de la familia al que hay que arroparlo. Como cuando alguien tiene un amigo o una amiga que está mal, que lo primero que te sale es echarle el brazo por encima. Era como un poco, ‘oye, no pasa nada’. No le puedes decir esto que esto es tele, porque ellos lo saben y saben dónde ha venido. Pero aun así les da igual, quieren hacerlo bien. Y ese es el espíritu de El Desafío. Y esta temporada lo vamos a ver desde el principio.
Imagino que para ti también está siendo un reto porque has estado en muchos programas, pero este es especial.
Sí, es un reto porque es un programa muy diferente a lo que he hecho, no tiene nada que ver. También es una suerte hacer cosas tan diferentes. Es un reto porque es un programa en el que puede pasar cualquier cosa y eso me encanta. Todo lo que sea directo o lo más parecido al directo, bienvenido sea porque sabiendo que es entretenimiento, que no estás salvando vidas, estás haciendo entretenimiento, para que la gente lo pase bien en casa, si pasa algo inesperado, lo incorporas al discurso y eso te da algo que no hay en un programa grabado.
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Porque lo que ha cambiado tu carrera desde que comenzaste en los directos de Televisión Española.
¡Fíjate! El otro día me mandaban un vídeo de un plato, una receta que hacía con un cocinero. Era un desastre y me vi con unas gafas de colores, que era las que yo llevaba. Y claro, ese he sido yo y sigo siendo yo. Ese, ese chaval, con esa misma ilusión, aunque físicamente haya cambiado porque tengo ya 20 años más. Profesionalmente, también porque ya tienes una carrera, un aprendizaje. Pero la clave está en no dejar de mirar atrás y saber de dónde vienen y todo lo que le debes a esa etapa.
¿Te imaginabas en algún momento llegar hasta donde estás?
Es que yo no miro nunca ni dónde estoy… Lo veo porque si estoy presentando un programa, pues te paran por la calle. Pero creo que la clave está en que trates de hacerlo con la misma ilusión que hace que has hecho otros proyectos siempre y no plantearte qué vas a hacer mañana. Yo jamás me planteé que iba a presentar ni OT, ni Pasapalabra, ni El Desafío. Ha venido, se ha hecho, ha salido bien, y hostia, pues ojalá siga pasando. Pero afortunado y agradecido, como decía Lina Morgan.
Además, has conseguido reinventarte, porque tienes la parte de la productora, has trabajado este año con tu madre… Muchas cosas
Ahí también está el camino paralelo de mi carrera. Al que le gusta la tele le gusta delante y detrás, y a mí me encanta también pensar, junto con mi mujer, en formatos nuevos, y con el equipo y darle vueltas. Hemos tenido la suerte de poder hacer un proyecto aquí en Atresplayer, que ojalá haya segunda temporada porque lo pasamos bien, ¡encima con mi madre, qué te voy a contar! Mi mujer como productora y mi madre como copresentadora, todo queda en familia y ha estado muy bien. Y luego hay otros proyectos con otras teles que no tienen nada que ver con esta casa. Pero creo que esa faceta también hay que cuidarla, porque el día que esto se acabe, cuando se apague el foco, tendrás esa oportunidad de seguir haciendo tele con nuevas personas que se arriman a tus proyectos.
La gente puede decir es que Roberto Leal tiene suerte, pero también hay mucho trabajo detrás.
Bueno, al final esto es un debate siempre, como la tortilla si con cebolla o sin cebolla. Yo pienso que sí, que hay que tener suerte hay porque entre cien personas que te elijan a ti para presentar un programa creo que ahí en ese momento puede que tenga algo que ver la suerte, seguro. Luego, por supuesto, ese momento de levantar el dedo no te llega si no has trabajado o si tú no estás trabajando para ello. Pero también hay que saber gestionar que a veces las oportunidades no te llegan. Y yo sí que considero que he tenido la suerte de que me hayan dado oportunidades. Luego, ya que salga bien o salga mal, eso ya no depende de ti casi nunca. Pero que te den una oportunidad y no dejen de dártela para mí sí que sigue siendo una suerte.
Hay que aprovechar las cosas según vienen.
Pues sí, nos dedicamos a esto. O sea que ojalá lleguen muchas y sigamos disfrutándolo en el momento en el que ya hagas las cosas así, con desidia, pues te dedicas a otra cosa y punto.
Y ya volviendo a El Desafío, ¿tú te verías capaz de ser concursante o participar a un reto?
He hecho algún reto, pero nada que ver con lo que están haciendo ellos. Me parece que hay que echarle muchas horas, mucha dedicación y como me lo paso tan bien como presentador… Encima me arreglan, me ponen un traje, yo no me mancho [risas]. Prefiero seguir muchos años como presentador. Ahora, que si me proponen algún reto, alguna historia, pues sí, a modo de exhibición sí, pero una. Yo tengo que seguir presentando y ojalá sea El Desafío. Ya hemos dicho que hay una quinta temporada y ojalá llegue una sexta. Las que quiera el público.
¿A qué personaje te gustaría ver en otras ediciones?
Yo animaría a los compañeros de cadena. Muchos han pasado ya, que son unos valientes como Cristina Pedroche, Jorge Fernández, José Yélamo o Roberto Brasero. Pero me gustaría que pasaran todos. Creo que en su contrato tendría que estar: ‘Oye, sí, presentas los informativos, pero tiene que pasar por El Desafío también. Me encantaría que viniese un día Matías Prats y me volvería loco con Mónica Carrillo, que como no quiere venir a Pasapalabra que venga a El Desafío.