Las multas de tráfico más caras: pueden llegar a ser de hasta 20.000 euros

Las infracciones de tráfico y el incumplimiento de las normativas pueden tener un impacto significativo en nuestro bolsillo. Si bien la Ley de Tráfico establece sanciones clasificadas en tres categorías: leves, graves y muy graves, con multas que oscilan entre los 100 euros para las infracciones leves, 200 euros para las graves, y 500 euros para las muy graves, es relevante señalar que existen otras sanciones que es importante tener en cuenta.

Uno de los aspectos que merece especial consideración es el exceso de velocidad, que cuenta con un cuadro de sanciones específicas que pueden alcanzar hasta los 500 euros. Sin embargo, más allá de estas categorías y sanciones establecidas, existen infracciones que pueden resultar aún más costosas para los infractores.

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En lo que respecta a las infracciones relacionadas con la tasa de alcoholemia o el consumo de drogas al volante, las sanciones pueden llegar a ser considerablemente cuantiosas, llegando incluso a alcanzar los 1.000 euros. En particular, los conductores que sean considerados reincidentes, es decir, aquellos que en un período de menos de un año hayan sido sancionados por rebasar la tasa de alcoholemia permitida de 0,25 mg/l, se enfrentarán a una multa de 1.000 euros y a la retirada de 4 puntos de su carné de conducir. Esta medida está destinada a desalentar la reincidencia en comportamientos inapropiados al volante.

Además, es fundamental subrayas que la multa de 1.000 euros será aplicada a aquellos conductores que superen el doble de la tasa legal de alcoholemia, es decir, que alcancen o sobrepasen el umbral de 0,50 mg/l. Asimismo, aquellos que den positivo en controles de drogas también enfrentarán esta sanción económica, acompañada de la retirada de entre 4 y 6 puntos de su carné.

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La circulación de vehículos sin seguro o con un seguro caducado supone sanciones que pueden variar significativamente, abarcando un rango que va desde los 601 euros hasta los 3.005 euros. Sin embargo, es fundamental comprender que la aplicación de estas cuantías está sujeta a diversas circunstancias y condiciones específicas.

La utilización de inhibidores de radar en los vehículos, es un tema prioritario tanto para la Dirección General de Tráfico como para lograr el objetivo de garantizar la seguridad vial. La sanción aplicada a aquellos conductores que son sorprendidos circulando con inhibidores de radar es sumamente significativa, ascendiendo a nada menos que 6.000 euros.

Esta cifra refleja la gravedad con la que las autoridades consideran esta infracción, destacando el peligro que representa para la seguridad en las carreteras. Los inhibidores de radar tienen la capacidad de interferir con los sistemas de detección de velocidad utilizados por las autoridades para garantizar el cumplimiento de los límites de velocidad, lo que potencialmente pone en riesgo la seguridad de todos los usuarios de la vía.

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La alteración de la señalización de la carretera, que puede generar confusión y peligro para los conductores, es objeto de sanciones que pueden alcanzar los 20.000 euros. Del mismo modo, realizar obras en la vía pública sin la señalización adecuada es una práctica que puede poner en riesgo la seguridad de quienes transitan por la carretera y, por lo tanto, también está sujeta a estas multas significativas.