Carles Puigdemont es diputado en el Parlamento Europeo desde el 2 de julio de 2019. Por aquel entonces ya no era presidente de la Generalitat de hecho estaba fugado de la justicia española y viviendo en Bélgica desde marzo del año anterior. A pesar de los recursos del PP y de Ciudadanos, consiguió entrar en la lista para ser europarlamentario, encabezó la papeleta de la formación Lliures por Europa. Estas elecciones le fueron útiles para dos cuestiones distintas. La primera reafirmar su poder político, mantener viva la llama y consolidarse como líder de Junts. Además tenía una ventaja económica importante, Puigdemont necesitaba un sueldo, pues con las acciones de la justicia española le era cada vez más difícil mantener su nivel de vida y las estructuras que le apoyan en Bruselas. Por todo ello ser eurodiputado tenía sentido.
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Haber salido elegido le lleva a cobrar una nómina de 9.975,42 euros brutos al mes. Así lo establece el Estatuto único de los diputados, que había entrado en vigor una década antes. Brutos y, por lo tanto, previo paso de los impuestos. para empezar, la propia Unión Europea carga tanto un impuesto como el pago de una cotización a un seguro de accidentes. Estas tasas dejan el salario de Carles Pugidemont en 7.776,06 euros.
Este dinero está recogido en la Ley Europea y, a diferencia de lo que ocurre con los parlamentos nacionales normalmente, ellos mismos no pueden cambiarla. El sueldo de los diputados está designado por ser el 38,5% de lo que cobra un juez del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
A esa cifra habría que quitarle los impuestos españoles, aunque se desconoce si el político catalán está al día en sus obligaciones tributarias nacionales. Una sentencia del Tribunal Supremo de marzo de 2023 ratificó que los eurodiputados están obligados a pagar el IRPF en España, por lo que al menos teóricamente a la cifra de 7.776 euros habría que detraerle el tipo máximo del impuesto español de las personas físicas.
Ese es el sueldo, pero no todo el ingreso. Los Eurodiputados tienen también una serie de dietas que complementan su salario y de las que, por supuesto, también se beneficia Carles Puigdemont. Existe una dieta diaria fija de 338 euros que está destinada a cubrir los gastos de alojamiento que puedan tener al participar en actividades oficiales en Estrasburgo o Bruselas, las sedes fijas de la eurocámara. Las reuniones fuera de la UE tiene también una dieta, pero de menor cuantía, concretamente de 169 euros.
Gastos derivados de la actividad
También existe una cantidad de 4.778 euros mensuales para afrontar otros gastos derivados de su actividad, cuestiones como el alquiler de una oficina, teléfono, compra de equipos informáticos, conferencias... Esto es así a pesar de que el propio Europarlamento proporciona despachos en sus edificios a los eurodiputados e, incluso, les proporciona el uso de vehículos oficiales si están en la misión en las sedes.
Para actividades fuera de su país, que en el caso de Puigdemont de momento son todas, pues no puede volver a España, puede recibir también reembolsos en sus gastos de viaje, alojamiento y gastos relacionados con un máximo anual de 4.716
Los diputados europeos tienen además una provisión de gastos para asistentes. El pasado año la cantidad mensual máxima era de 28.412 euros, un dinero que es abonado directamente a los auxiliares del eurodiputado. Además, existe una provisión de 7.103 euros para pagar servicios prestados a entidades, que pueden usarse, por ejemplo, a trabajos de consultoría.
Además de su salario y dietas, los eurodiputados tienen derecho a una pensión de jubilación cuando cumplan los 63 años de edad. La pensión asciende a un 3,5% del importe de la asignación parlamentaria por cada año completo trabajado, El coste de estas pensiones se cubre con cargo al presupuesto de la UE.