Se suele decir que no hace falta viajar muy lejos para descubrir lugares espectaculares. Y Portugal es un buen ejemplo de ello para los españoles. El país con el que compartimos la península ibérica es mucho más que la bulliciosa Lisboa y la atractiva Oporto. El país luso alberga numerosos y preciosos parques naturales, pueblos increíbles, cascadas, playas y rutas de senderismo que tenemos a pocos minutos u horas en coche. El municipio de Drave, protagonista de este artículo, combina dos de los atributos anteriores: un pueblo abandonado y escondido en la montaña al que se llega por una ruta de senderismo impresionante.
Esta aldea deshabitada forma parte del ayuntamiento de la localidad de Arouca, perteneciente a su vez al área metropolitana de Oporto, y es una de las joyas del Geoparque de Arouca. Este espacio natural es famoso en Portugal por sus increíbles formaciones rocosas, sus rutas de senderismo, sus diversos lugares para practicar deportes como barraquismo o piragüismo y por tener el puente 516, o lo que es lo mismo, el puente colgante peatonal más grande del mundo.
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Drave, una aldea legendaria y escondida entre la naturaleza
La localidad se sitúa entre la Serra da Freita, Serra de São Macário y Serra da Arada, en pleno corazón del mencionado parque. Mires hacia donde mire, desde Drave solo verás naturaleza. Por lo tanto, es un paraje ideal para disfrutar de un pícnic… u también para relajarse, ya que la aldea cuenta con varias piscinas naturales con pequeñas cascadas en las que darse un baño.
La exclusividad del destino también viene determinada por su acceso. Para llegar a Drave hay que caminar: es imposible hacerlo en coche. Y el camino de 4 kilómetros y aproximadamente dos horas de duración merece la pena: en él se disfruta de las vistas sobre el imponente valle del río Paiva.
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La ruta consiste en seguir el sendero PR-14 - Aldeia Mágica (así se conoce a Drave), tal y como explica la web Visit Arouca. Tiene dificultad baja, pero habrá que superar varias subidas y un camino pedregoso. Además, si es verano es recomendable parar en varias ocasiones por el calor: no hay apenas sombras durante el recorrido.
Solo existe una alternativa para acortar el camino, pero para ello es indispensable tener un coche todoterreno y acercarse al pueblo a través de la carretera CM1123 / São Pedro do Sul. Desde allí la distancia a pie se reduce a solo 600 metros.
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Una vez en Drave se recomienda visitar sus bellas calles y casas antiguas (muchas de ellas en ruinas) con la pizarra siempre presente en su arquitectura, así como la capilla de Nossa Senhora da Saúde y el Solar dos Marins. Este último es una base nacional de scouts de Portugal.
Sin duda alguna, un pueblo muy recomendable para disfrutar de la tranquilidad y de la naturaleza, sobre todo en primavera y verano, cuando apetece darse un baño en sus piscinas.
Qué ver en el Geoparque de Arouce, un museo geológico al aire libre
El Geoparque Arouca, parte de la Red Global de Geoparques de la UNESCO, sobresale por sus 41 geositios de relevancia científica y turística, incluyendo las singulares Pedras Parideiras y los trilobites más grandes del mundo. Con una extensión de 328 km² (127 mi²), este espacio natural ofrece actividades de turismo de aventura como el rafting y kayaking, aprovechando los ríos que lo atraviesan.
Además, alberga rutas señalizadas que guían a los visitantes a través de paisajes únicos y hallazgos paleontológicos de 465 millones de años de antigüedad. En este sentido, el parque promueve la educación para la sostenibilidad y el turismo responsable, incluyendo una red de 14 senderos que conectan diversos geositios.
El Centro de Interpretación Geológica de Canelas, localizado en una de las rutas del Geoparque, exhibe una sorprendente colección de fósiles de trilobites, mientras que otro punto de interés, en la Serra da Freita, presenta las Pedras Parideiras y la cascada de Frecha da Mizarela. A esto se suma la rica biodiversidad y las aldeas tradicionales del área, que enriquecen la experiencia de los visitantes.
También es hogar de reliquias industriales como las antiguas minas de wolframio, accesibles desde varias rutas senderistas. El patrimonio cultural de la zona se completa con visitas a lugares emblemáticos como el Monasterio de Arouca y su Museo de Arte Sacro, mostrando el valioso legado histórico-artístico de la región.
Y para los amantes de la adrenalina, el puente 516 es una referencia internacional. No en vano es el puente colgante peatonal más grande del mundo: tiene 516 metros de longitud y une elevación de 175 metros.