La vivienda es uno de los activos más rentables del mercado, no en vano la inversión inmobiliaria es la preferida por los españoles y en la que acumulan la mayor parte de sus ahorros. Los analistas consideran que invertir en ladrillo es una “buena estrategia”, teniendo en cuenta que el precio medio de la vivienda se ha revalorizado en España un 39,1% desde el mínimo registrado en agosto de 2015.
Los inmuebles que más se han encarecido en este periodo son los situados en las capitales de provincia, en las grandes ciudades, en áreas metropolitanas y en las islas. Lo han hecho entre un 42% y un 47%, según datos de Tinsa Research.
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Una evolución que prácticamente duplica la registrada en las localidades de menor tamaño del interior peninsular, donde la revalorización en los últimos nueve años ha sido del 23,4%.
Comprar para alquilar da retornos del 7%
A la rentabilidad que ofrece comprar una vivienda para venderla más tarde, se suma la que da la destinada al alquiler, que en 2023 subió un 7,1% respecto al cierre de 2022, según datos de idealista. Unos retornos que duplican los de otro tipo de inversión como los bonos del Estado a 10 años, que se sitúan en torno al 3,1%.
Este elevado rendimiento se debe a que el precio del alquiler se ha disparado en los últimos años hasta cerrar 2023 con una subida interanual del 10,1% y situándose en máximos históricos en diciembre. A finales de año arrendar una vivienda en España tenía un coste de 12,1 euros el metro cuadrado debido a que “la oferta sigue evaporándose sin visos de que en 2024 vaya a aumentar”, señala Francisco Iñareta, portavoz de idealista
Las capitales que ofrecen mayores beneficios por poner viviendas en renta fueron en diciembre Lleida, con retornos del 8,5%, seguida por Murcia, con un 7,9%, y Jaén, con un 7,2%. Por el contrario, San Sebastián fue la menos rentable con un 3,8%, seguida por Pamplona y Cádiz, ambas con un 4,7%.
Binomio rentabilidad precio
La rentabilidad que un inversor obtenga de la vivienda depende mucho de su precio de compra, cuanto más elevado sea, más alto debe ser el alquiler o el precio de venta cuando se saque al mercado. Unos precios que, según Tinsa Research, empiezan a desacelerar su subida y a estabilizarse. Así, en diciembre el valor medio de la vivienda nueva o usada se incrementó un 0,1% respecto a noviembre y un 3,7% con relación al mismo mes del año anterior, situando el precio del metro cuadrado en los 2.042 euros.
“En diciembre ha continuado la desaceleración paulatina de los precios residenciales, consistente con el descenso gradual de la demanda que se observa desde finales de 2022, a medida que se comenzó a trasladar a la economía el impacto de la subida de los tipos de interés de referencia”, afirma Cristina Arias, directora del Servicio de Estudios de Tinsa.
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Una estabilización en los precios que beneficia a los futuros compradores tanto españoles como extranjeros, para los que cada vez es más atractivo el mercado inmobiliario español y ya representan el 15,44% de las compraventas llevadas a cabo en nuestro país, según datos del Colegio de Registradores.
Esta cifra, la segunda más alta de la serie histórica y sólo ligeramente por detrás de la del tercer trimestre de 2022, demuestra “el gran atractivo que el mercado inmobiliario español sigue teniendo dentro del entorno europeo, pues ante el retroceso en el número de operaciones, el inversor extranjero aparece ahora como un agente dinamizador clave”, explica Ferran Font, director de Estudios y portavoz de pisos. com.