Junts es considerado la continuación natural del espacio político convergente, ahora radicalizado y centrado en la búsqueda de la independencia de Cataluña. El impulsor de este partido es Carles Puigdemont. El expresident de la Generalitat registró la formación con el objetivo de tomar el control de los cuadros de los partidos del espacio. En Junts, al igual que en formaciones anteriores como CiU y Convergència, coexisten diversas sensibilidades.
La diferencia clave entre las anteriores marcas del partido es que la corriente mayoritaria en Junts es lo que algunos expertos políticos han denominado “independentismo mágico”. Este término representa a la facción liderada actualmente por Laura Borrás, que respalda y comparte las posturas del expresidente de la Generalitat, Joaquim Torra, y, por extensión, con Puigdemont.
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De Nogueras a los nuevos diputados
Una de las caras más importantes de Junts, especialmente en Madrid, es Miriam Nogueras, quien actualmente ocupa la portavocía del partido en el Congreso de los Diputados. Nogueras es una de las voces más relevantes de Junts en la capital y mantiene una estrecha relación con Laura Borrás, quien antes de las elecciones autonómicas catalanas también asumió la portavocía en la Cámara Baja.
El 23 de julio, Junts logró siete diputados, de los cuales, cinco estrenan escaño. Eduard Pujol, por primera vez, asume el cargo de diputado en el Congreso, a pesar de su destacada trayectoria en el ámbito de la política institucional en Cataluña. Anteriormente, en el Parlament de Catalunya, ocupó el puesto de portavoz del grupo parlamentario de Junts y fue diputado autonómico.
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Otra figura que debuta como diputada es Marta Medrenas, quien previamente desempeñó el cargo de alcaldesa de Girona entre 2019 y 2022, además de ser diputada en el Parlament. Medrenas es conocida por su estrecha relación con Carles Puigdemont.
Aparte de los perfiles más afines a Puigdemont, también se encuentran aquellos que mantienen una conexión con la antigua Convergència. Dos de estos perfiles destacados son Isidre Gavín y Josep María Cruset, ambos ingenieros de profesión. Otro miembro cercano a las posiciones convergentes, pero comprometido con el movimiento independentista, es Josep María Cervera, fue uno de los fundadores de la Asociación de Municipios por la Independencia y, en anteriores legislaturas, fue senador de Junts por Girona.
Guerra entre el pragmatismo y los rupturistas
Más allá del independentismo rupturista, otra corriente predominante en el partido de Carles Puigdemont es la que abogan los antiguos convergentes, conocida como la vía pragmática. Estos miembros son herederos de la extinta CiU, y mantienen posturas a favor de la estrategia seguida por ERC en los últimos años.
Esta facción del independentismo está encabezada principalmente por los líderes independentistas que fueron encarcelados y juzgados por su participación en el proceso independentista, entre ellos, destacan nombres como Josep Rull, Jordi Turul o Joaquim Forn. Además de estos nombres, se suman numerosos cuadros convergentes que, tras el declive de la antigua formación, se unieron a Puigdemont.
Uno de los rostros más representativos de esta corriente es Neus Munté, quien anteriormente ocupó el cargo de portavoz del Gobierno de Cataluña. Munté representa a aquellos que no se sienten completamente cómodos con las posturas radicales del independentismo y que abogan por retomar la estrategia política impulsada por Jordi Pujol en el pasado. En esta línea también se encuentra Xavier Trías, quien nunca ha compartido plenamente las posiciones extremas de Puigdemont, marcando así una corriente más moderada dentro del partido.
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En el seno de Junts, persiste una constante batalla entre las dos corrientes. Durante las elecciones autonómicas catalanas, este conflicto volvió a emerger, poniendo de manifiesto las tensiones existentes entre ambas líneas políticas.
En aquella ocasión, Laura Borrás, representante de la facción más ultra, ganó las primarias y fue cabeza de lista en las elecciones autonómicas de 2021. Con esta designación, Carles Puigdemont aseguraba la continuidad de su línea dentro de la dirección del partido y del grupo parlamentario, una batalla crucial para él, que ha experimentado un gradual debilitamiento en su poder interno desde su marcha en Bruselas en 2017.