Sanidad elimina las autobajas justificadas de su plan para reducir el impacto de los virus

El Ministerio de Sanidad descarta las autobajas a corto plazo, aunque planea desarrollarla en el futuro

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La ministra de Sanidad, Mónica
La ministra de Sanidad, Mónica García (Europa Press)

El Ministerio de Sanidad ha eliminado su propuesta de implantar las autobajas justificadas por enfermedad leve para desatascar la Atención Primaria de su plan de medidas para afrontar la epidemia de virus respiratorios, aunque mantiene su idea de implantarla en el futuro y por eso está en conversaciones con otros departamentos implicados.

Fuentes del departamento que dirige Mónica García han explicado a EFE que, pese a que el nuevo documento de “Medidas en relación al incremento estacional de infecciones respiratorias agudas” ha excluido esta medida, que sí propuso a las comunidades el pasado lunes en el seno del Consejo Interterritorial, y sí que forma parte de sus planes desarrollarla para desburocratizar la Atención Primaria en el futuro.

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De hecho, antes de conocerse el documento final de actuaciones coordinadas en el que Sanidad ha recogido distintas aportaciones de las comunidades al inicial del lunes, Mónica García se ha referido en rueda de prensa a estas autojustificaciones para insistir en que es algo que “lleva reivindicando las sociedades científicas, los profesionales y el mundo sanitario desde hace casi 15 años. O sea, que esto no es nada nuevo, se hizo durante la pandemia”.

“Es una medida que estamos en los primeros inicios de hablar de ella y de poder entendernos entre todos, porque no solamente competencia de este Ministerio”, que ya ha iniciado las conversaciones con los demás departamentos implicados, ha garantizado.

Ya se usaron en pandemia

Mónica García impone su criterio tras la negativa de once comunidades autónomas.

En concreto, la propuesta inicial incluía “avanzar en la simplificación de los procedimientos de incapacidad temporal” dado que la obtención de la incapacidad temporal es, con frecuencia, “el único motivo por el que una persona con un cuadro respiratorio de carácter leve necesita, de forma ineludible, acudir a un centro sanitario”, por lo que apremiaba a reducir esta burocracia como ya se hizo como medida excepcional bajo la pandemia de covid.

Sanidad planteaba en su primer plan que cada uno de los niveles institucionales implicados trabaje, “en el ejercicio de su marco competencial y en colaboración con los organismos que sea preciso”, para simplificar los procedimientos, de forma que se garantice la posibilidad de los trabajadores de acceder “al reposo laboral” por condición de enfermedad leve de corta duración y se alivie la presión asistencial.

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Otra de las propuestas eliminadas tras recibir las alegaciones de las comunidades es la que hacía referencia a la implementación de planes de contingencia que incluyan el refuerzo de recursos humanos y materiales, la reorganización de servicios y, “si es necesario”, criterios de priorización para el aplazamiento de intervenciones, pruebas o consultas de carácter no urgente.

A esta recomendación han presentado alegaciones comunidades como la valenciana, al considerar que ella ya los pone en marcha dos veces al año; pese a ello, la ministra sí que ha instado a ponerse “a trabajar desde ya” en los del año que viene.

La mascarilla, obligada en centros sanitarios y recomendada en residencias

Varias personas con mascarillas, en
Varias personas con mascarillas, en el Hospital Clínic de Barcelona, a 8 de enero de 2024, en Barcelona, Catalunya (España). (David Zorrakino - Europa Press)

Además, el texto final de la orden de Sanidad, que algunas comunidades estudian recurrir, es la flexibilización de la imposición de la mascarilla en los centros sanitarios para que las comunidades puedan rebajarla a recomendación cuando acumulen dos semanas de incidencia a la baja.

Lo que sí mantiene tal cual es la recomendación en las residencias y centros de discapacidad porque “son los entornos donde viven las personas más vulnerables” y es necesario tomar precauciones adicionales para protegerles en situaciones de alta circulación de virus respiratorios; sin embargo, se descarta su uso universal por el “bienestar de los mayores tanto a nivel físico como emocional”. Recomendación que hace extensiva a las oficinas de farmacia, tal y como el Ministerio avanzó el pasado lunes.

En todo caso, será recomendable que la población general se ponga la mascarilla cuando tenga síntomas, momento en el que debería reducir también las interacciones sociales.

Del mismo modo, en la orden final se conserva el fomento de las medidas higiénicas como la etiqueta respiratoria (al toser o estornudar, cubrirse la boca y la nariz con el codo flexionado, usar pañuelos desechables y tirarlos tras su uso, evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca) o lavado de manos, que siguen siendo fundamentales, recuerda Sanidad.

Junto a ello, se debe garantizar una correcta ventilación de espacios interiores, para lo que las comunidades emitirán unas recomendaciones de ventilación de entornos laborales y educativos, así como protocolos de ventilación de centros públicos.

(Información elaborada por EFE)

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