La situación retributiva de los miembros de las Fuerzas Armadas españolas está en el centro de la polémica una vez más. Recientemente, durante la celebración de la Pascua Militar, la ministra de Defensa, Margarita Robles, realizó un discurso ante Felipe VI, donde hizo balance del 2023 y delineó objetivos futuros sin mencionar mejoras concretas para el personal militar. Esto ha reavivado las voces que aseguran que los sueldos de los militares están desactualizados y no acordes con sus exigentes funciones.
Por su parte, la Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME) no alberga esperanzas de que el Ministerio tome la iniciativa en la actualización de las condiciones salariales y profesionales. Desde la asociación han recordado el fracaso de la comisión de trabajo temporal sobre retribuciones de 2021, la falta de una ley única de carrera militar y la paralización de comisiones importantísimas desde hace más de año y medio.
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Este descontento se ve reflejado en la petición constante de un aumento salarial que se ha mantenido durante años dentro de las instituciones armadas. La situación se ve agravada tras la equiparación salarial para Policía y Guardia Civil con las policías autonómicas, que ha dejado en evidencia la descompensación respecto a las FFAA.
Ingresos inferiores
En un informe del Observatorio de la Vida Militar, se ha confirmado que los ingresos de los militares españoles son inferiores a los estándares tanto de la sociedad civil como de otros empleados públicos. Este órgano asesor, creado en 2014, denuncia que las características esenciales que deben considerarse para la remuneración militar, como la disponibilidad permanente, la movilidad geográfica o la peligrosidad, no se reflejan en los sueldos actuales.
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El Observatorio sostiene que es imprescindible una reforma que actualice el sistema de remuneración de las Fuerzas Armadas para reflejar la cualificación profesional y las exigencias del servicio militar, además de revisar y posiblemente aumentar el complemento de disponibilidad para el personal en reserva. Además, el mencionado organismo exige un concepto retributivo nuevo para compensar servicios extraordinarios como las guardias y las instrucciones continuadas que, a día de hoy, no son remunerados económicamente a pesar de extenderse más allá de la jornada ordinaria de trabajo.
El informe también señala una reducción en el número de efectivos desde 2010, de 130.039 a 116.961 a principios de 2023, lo que representa una disminución del 12%, contrastando con un aumento en las exigencias y estructuras del Ministerio de Defensa. Además, recomienda un aumento en los recursos para construir y mantener infraestructuras que mejoren las condiciones de vida y trabajo en unidades, barcos y cuarteles.
Esta situación representa un desafío para el mantenimiento y la moral de las tropas, y pone en relieve la necesidad de atender a estas demandas para asegurar que España continúe contando con unas Fuerzas Armadas preparadas y motivadas para afrontar los retos del presente y del futuro.