La ciudad de Bilbao se ha encontrado con una esquela bastante inusual entre las páginas de El Correo, un gesto que ha logrado transformar el dolor ante la pérdida de un ser querido en una sonrisa cómplice y un momento alegre. El protagonista de esta historia es José Ramón, conocido afectuosamente como Ramontxu, un ferviente seguidor del Athletic Club que falleció el pasado 25 de diciembre a los 65 años de edad. La despedida, lejos de sumirse en la solemnidad tradicional, ha captado la atención y se ha viralizado por su peculiar mensaje, que lejos queda las esquelas a las que estamos acostumbrados.
El aviso comunicaba que los amigos de Ramontxu invitaban a quien hubiera compartido buenos momentos con él a una misa de salida, seguida de una reunión en su honor para disfrutar de pintxos y vinos, reflejando la conocida hospitalidad y buen humor vasco. “Los amigos de Ramontxu os hacen partícipes de su invitación (él ahora está algo desmotivado) para tomar unos pintxos y unos vinos después de la misa de salida”, se leía en la sección de esquelas.
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El texto, además, contenía un peculiar aviso: aquellos que no tuvieron una amistad sincera con José Ramón, que se abstengan de asistir a la celebración. Y para aquellos que mantenían alguna deuda con el difunto, se les instaba de manera humorística a saldarla: “Si alguien le debe dinero es buen momento para pagárselo y si no, que ni aparezca”.
La forma en que los amigos de Ramontxu han decidido honrar su memoria destaca por la habilidad que han tenido para encontrar humor, incluso en los momentos más tristes. Lejos de ser una falta de respeto, esta esquela simboliza el homenaje de un grupo de amigos que buscan despedirse de su compañero de una forma alegre y auténtica.
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La esquela de Ramontxu ha triunfado en redes sociales
Este gesto ha resonado en muchos, difundiéndose rápidamente a través de las redes sociales, donde usuarios han compartido la esquela y han comentado sobre la singularidad y el calor humano que emana de esta despedida. No cabe duda de que José Ramón, con su esquela ahora viral, ha logrado reunir a la comunidad de una manera muy distinta a la esperada, dejando una última impresión tan memorable como lo habría sido él en vida.
La historia, que ha sido reportada por El Correo, captura la esencia de una comunidad que sabe abrazar la vida con todo lo que conlleva, incluso en los momentos de despedida. Y aunque la muerte es un tema serio, la retranca y el humor vascos han demostrado que, incluso en el adiós, hay espacio para recordar y celebrar la vida, tal y como José Ramón lo habría aprobado, seguramente, con una sonrisa desde donde quiera que esté ahora.