Más allá de la gran ciudad, los alrededores de la Comunidad de Madrid albergan un patrimonio natural que guarda un montón de secretos. Este permite desconectar del ajetreo y el estrés de la gran ciudad y fusionarse con la naturaleza de una forma increíble. Así, sus valles, montañas y bosques se convierten en destinos perfectos para una escapada, y recorrerlos a través de sus rutas y senderos, uno de los mejores planes que se pueden hacer.
De esta forma, en Guadalajara se ubica el Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara, donde se ubica el impresionante Hayedo de Tejera Negra. Se trata del último hayedo del sur de Europa, o así al menos lo afirman en la página web de Turismo de Castilla-La Mancha. Este bosque se nutre de los ríos Lillas y Zarzas, que nacen en el glaciar La Buitrera, a la vez que se incrusta entre dos valles flanqueados por altas y afiladas crestas rocosas.
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Es un espacio ideal para los amantes del senderismo, pues alberga múltiples rutas que no dejan indiferente a nadie. De hecho, en 2017, junto con otros hayedos de España y Europa, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco como extensión de los Hayedos primarios de los Cárpatos y otras regiones de Europa.
Así, de todos los caminos que lo recorren destaca el que se conoce como la Senda de Carretas. Esta ruta tiene una longitud de alrededor de seis kilómetros y es en sentido circular. Además, su duración estimada es de tres horas y cuenta con una dificultad media.
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Un paseo de cuento
El sendero tiene su punto de partida en el aparcamiento del hayedo, donde uno puede dejar el vehículo y disfrutar de los encantos que aguarda este paraje. El recorrido discurre junto al río Lillas hacia aguas arriba, por un pastizal húmedo, alimento del ganado y mamíferos herbívoros, y junto a repoblaciones de pinar de pino silvestre. Sin embargo, para llegar al hayedo se debe cruzar un pequeño arroyo y girar a la izquierda, iniciando una suave ascensión que ya deja ver las primeras hayas.
Es aquí donde comienza la Senda de Carretas, “denominada así porque se utilizaba para transportar en carros el carbón producido en el hayedo”, explican desde la web de Áreas protegidas de Castilla-La Mancha. De hecho, en este tramo es donde se localiza ‘La Carbonera’, una “estructura tradicional formada por pilas de leña cubiertas de hojarasca y tierra, reproducción de las antiguas carboneras utilizadas para obtener carbón, tras una combustión de unos diez días”, detallan.
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Una vez pasado este punto, la senda asciende bajo el abrigo de las copas de las hayas, siendo la parte más dura del itinerario. La subida culmina en la Pradera de Matarredonda, desde donde se puede observar una bonita panorámica y aprovechar para descansar. El tramo final del recorrido es a través de un camino llano entre hayas, robles y pinos, destacando en este tramo un hermoso ejemplar de tejo. En una bifurcación, se puede tomar el camino de la izquierda en dirección al aparcamiento, o el de la derecha, que conduce a Collado del Hornillo.
Por otro lado, cabe destacar que para realizar la ruta es necesario hacer una reservar previa, tal y como indica la web de Áreas protegidas de Castilla-La Mancha. A su vez, la oficina de turismo recomienda hacer esta ruta durante el otoño, siendo desaconsejable en invierno, pues tiene nieve casi permanente durante dos o tres meses.
Cómo llegar
Desde la ciudad de Madrid, el viaje hasta el hayedo es de alrededor de 2 horas y 30 minutos por la carretera A-1. Por su parte, desde Guadalajara el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 50 minutos por las vías CM-101 y CM-1006.