Qué son los pellets de plástico, para qué sirven y cuál es su nivel de toxicidad

Ante la contaminación, distintos organismos e instituciones resaltan la necesidad de políticas más estrictas para la gestión de plásticos y la protección de los ecosistemas

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Un operario de TRAGSA coge
Un operario de TRAGSA coge con la mano pellets de plástico, en la playa Otur en Valdés, Asturias. (Jorge Peteiro/Europa Press)

Miles de pellets de plástico han sido hallados en las playas gallegas y asturianas tras caer, el pasado 8 de diciembre, contenedores al mar desde el buque Toconao a unos 80 kilómetros al oeste de Viana do Castelo, Portugal. Este derrame ha desencadenado la activación de un plan de contingencias por parte de la Xunta de Galicia y los gobiernos de Asturias, Cantabria e incluso el País Vasco.

Los pellets, también conocidos como “granza”, son pequeños gránulos de plástico de menos de cinco milímetros y constituyen la materia prima principal en la fabricación de una gran variedad de productos como botellas y bolsas de plástico. Estos son principalmente componen de polímeros como polietileno (PE), polipropileno (PP) y cloruro de polivinilo (PvC), entre otros, y suelen distribuirse en forma de bolitas visiblemente mayores que la media de un grano de arena.

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La presencia de estos gránulos en el medio ambiente, especialmente en mares y océanos, es motivo de preocupación debido a que, al ser confundidos fácilmente con alimento por aves y peces, pueden causar problemas gástricos o incluso la muerte en estos animales, afectando asimismo las cadenas tróficas y la seguridad alimentaria humana. Los desechos plásticos en el mar suelen descomponerse en microplásticos, que según expertos, absorbieron otros contaminantes marinos convirtiéndolos en aún más peligrosos con el tiempo.

La industria ha implementado iniciativas como Operation Clean Sweep para prevenir el escape de estos pellets al medio ambiente, estrategia que en España cuenta con el apoyo del Ministerio para la Transición Ecológica desde 2021. Sin embargo, la reciente contaminación de las costas gallegas señala la necesidad de medidas más efectivas y la urgencia de una respuesta coordinada frente a desastres medioambientales.

La Fiscalía de Medioambiente investiga el vertido de pellets en las costas gallegas.

Nivel de toxicidad

A pesar de que Ángeles Vázquez, vicepresidenta primera y conselleira de Medio Ambiente, ha indicado que los pellets vertidos no son tóxicos ni peligrosos y ha descartado elevar el nivel de emergencia, organizaciones ecologistas discrepan y resaltan la gravedad del evento e instan a una acción más decidida por parte de las autoridades. Esta diferencia de criterios pone en relieve la complejidad de determinar el nivel de toxicidad y el impacto real de los pellets de plástico en el medio ambiente.

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En términos de precaución y salud pública, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) aclara que si bien los peces pueden concentrar microplásticos, su eliminación durante el procesado de alimentos reduce la exposición. No obstante, crustáceos y mariscos bivalvos, que se consumen con su tracto digestivo, presentan un mayor riesgo directo de traspasar microplásticos a los consumidores.

Los riesgos potenciales para los humanos a través del consumo de microplásticos siguen siendo una incógnita, aunque la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) los ha identificado como un “riesgo emergente”. Se necesitan más estudios para entender las posibles afecciones a la salud que puede causar su ingestión.

El incidente de los pellets en las costas gallegas destaca la necesidad de adoptar medidas más estrictas y efectivas para la gestión de residuos plásticos y la prevención de su dispersión en el ambiente. Además de urgir la implementación de acciones concretas para solventar la situación actual y mitigar su impacto a largo plazo, tanto en los ecosistemas marinos como en la salud pública.

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