El Sindicato Médico Andaluz (SMA) ha lanzado esta semana una dura advertencia ante las últimas guías publicadas por el Ministerio de Sanidad. Estas resoluciones buscan, según explican, “ceder progresivamente funciones asistenciales del médico a la enfermería”. Desde la organización consideran que esta estrategia " es un fraude a la sociedad y pone en riesgo la salud y el futuro del sistema sanitario público”.
En concreto, su crítica se centra en las “guías para la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos sujetos a prescripción médica por parte de las/los enfermeras/os”, que se vienen publicando desde octubre de 2020. La última, con fecha del 13 de junio de 2023, se refiere a la anticoagulación oral. Así, denuncian, “hay personal de enfermería administrando sedaciones y anestesias”, algo que sobrepasa sus funciones.
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Los médicos andaluces consideran que este enfoque “menosprecia” la enfermería y señalan una diferencia en la formación para prestar asistencia médica. “Es solo cuestión de tiempo que alguien muera a causa de la falta de formación médica de este personal”, asevera el colectivo en un comunicado publicado el lunes 8 de enero.
“Solo los médicos estamos cualificados para prestar asistencia médica”
blockquote class="twitter-tweet">Resulta desolador tener que insistir en lo obvio: solo los médicos estamos cualificados para prestar asistencia médica.
— Sindicato Médico (@smandaluz) January 8, 2024
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El sindicato andaluz recoge las reivindicaciones de los enfermeros, que “ya no son diplomados, sino graduados” y exigen “mayores competencias y protagonismo en el sistema sanitario. Pero aclaran que el crecimiento profesional de este sector no puede hacerse “suplantando las competencias del médico”.
Defienden así que su formación, de “10 u 11 años” sin contar con la residencia, es diferente a la de los enfermeros, que “hacen un grado de 4 años”. " La formación médica está dirigida al diagnóstico, pronóstico, rehabilitación y tratamiento de los pacientes, mientras que la de enfermería esta dirigida a sus cuidados. Ser diplomado o graduado no cambia nada”, insisten.
Sus críticas se dirigen también a la gestión sanitaria que, “en un contexto de relativa escasez de médicos” busca “sustituir a estos por personal de enfermería”, al tener menor retribución, menor tiempo de formación y un “acatamiento mecánico de los protocolos asistenciales” ante la falta de conocimientos médicos. “Sus razones son puramente economicistas”, acusan. Algo que para ellos es “absurdo”, pues entienden que la enfermería acabará pidiendo mayores retribuciones. “¿Está dispuesto el SAS (Servicio Andaluz de Salud) a pagar a los/as enfermeros/as igual que a los médicos/as?”.
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Advierten además de que, aunque resulte “tentador” ceder competencias ante la “enorme sobrecarga asistencial” que padecen, esto “no es más que un engaño”. Así lo habría demostrado el pico de incidencias de la gripe, que no se ha visto reducido a pesar de las consultas de enfermería.
“Resulta desolador tener que insistir en lo obvio: Solo los médicos estamos cualificados para prestar asistencia médica”, declaran, mientras defienden que estos cambios deberían tener en cuenta una mayor formación del personal y mejores salarios. “De lo contrario, el conflicto está servido”.
Para ellos, “atribuir funciones del médico a la enfermería no es eficiente” y se traducirá en un empeoramiento de la calidad del sistema. “Provocará un conflicto laboral y profesional, dañará el funcionamiento del sistema sanitario público y alentará a la larga la huida de los médicos de este”.