El motivo por el que el pleno del Congreso se celebrará en el Senado: se tendrán que habilitar 84 escaños más

El pleno extraordinario del Congreso previsto para este miércoles será inédito porque se celebrará en el Senado. La sesión plenaria será intensa por la multitud de temas a tratar y de alto voltaje: se votará la convalidación de tres importantes decretos ley del Gobierno, se debatirá y votará la nueva senda de déficit fiscal, y las enmiendas a la totalidad de la ley de amnistía (presentadas por PP y Vox).

El motivo del trasladado no es otro que las obras de modernización que se realizan actualmente en el hemiciclo de la Cámara Baja, aprovechando el mes de enero (está fuera del periodo ordinario de sesiones, junto a julio y agosto). Si bien, la obligación de que el Congreso ratifique los decretos en un periodo de 30 días hábiles y la tramitación por la vía urgente de la ley de amnistía, pactada con los independentistas para la investidura de Pedro Sánchez, obligan al Congreso a celebrar un pleno extraordinario para dar salida a estos asuntos.

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Fuentes de la Cámara Baja informan de que las obras consisten en equipar los escaños del Congreso con nuevos sistemas audiovisuales. Hasta que finalicen los trabajos, el Senado acogerá los plenos del Congreso. Ante esta situación, la Cámara Alta ha habilitado 84 escaños más para cubrir a los 350 diputados que asistan a la sesión plenaria, pues esta institución tiene 266 asientos para los senadores.

“La lealtad institucional, el diálogo y la colaboración hacen más fuerte nuestra democracia ¡Todo listo para el miércoles!, señaló la presidenta del Congreso, Francina Armengol, en su cuenta de X después de visitar el Senado y agradecer en persona a su presidente, el popular Pedro Rollán, y el personal de la Cámara Alta las facilidades que han dado para celebrar el pleno de esta semana.

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Esto obliga además a cambiar el sistema de votación, habitualmente electrónico (para casos excepcionales, se realiza de manera telemática). En la reunión de la Junta de Portavoces celebrada este martes, el PSOE y sus socios parlamentarios han defendido la opción del voto telemático frente a las reticencias del PP a este método. Por ahora, solo está claro que las votaciones de las enmiendas a la amnistía se harán de manera nominal.

Con la votación de la reforma laboral en la retina (el exdiputado Alberto Casero se equivocó al votar telemáticamente y permitió convalidar esta medida por un solo voto de diferencia), los populares no tienen claro este sistema y han deslizado la posibilidad de exigir que el resto de votaciones se hagan por llamamiento, lo que alargaría la duración del pleno alrededor de ocho horas más.

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A estas alturas, el Gobierno no tiene garantizados los apoyos necesarios a sus tres decretos de medidas anticrisis aprobados antes de Navidad. Se trata del último paquete de medidas contra la inflación (la subvención al transporte público, la rebaja del IVA de los alimentos o la revalorización de las pensiones), la reforma del subsidio de desempleo y una ley ómnibus que incluye medidas en materia de servicio público de justicia, función pública, régimen local y mecenazgo. La aprobación de las reformas contempladas en este último decreto es esencial para la recepción de otros 10.000 millones de euros de los fondos europeos.

Desde el Gobierno alegan que “hasta el rabo, todo es toro”, por lo que muestra “confianza absoluta” en la aprobación de las normas y no descarta recibir diferentes apoyos para cada una de las votaciones. Esto es, además de sus socios, no cierran la puerta a una posible abstención del PP a uno de los decretos, aunque los de Feijóo insisten en que la posibilidad de abstenerse pasa por que el Gobierno acepte sus propuestas de bajadas fiscales.