El Gobierno de Pedro Sánchez se enfrenta este miércoles a una votación clave, en la que están en juego no solo 10.000 millones de euros del cuarto pago de los fondos europeos, también medidas de las que, en este mismo instante, los ciudadanos se están beneficiando. Algunas de ellas son la gratuidad de los trenes de cercanías y media distancia y la rebaja del transporte urbano e interurbano, así como la subida del 3,8 por ciento para las pensiones contributivas, la extensión de la prohibición de desahucios para hogares vulnerables y el aumento del umbral de renta para acceder a las medidas de alivio hipotecario.
El Ejecutivo de Sánchez no tiene garantizados los apoyos necesarios para sacar adelante esta medida, pese a que, al tratarse de un real decreto ley, no se necesitan tantos apoyos como en el caso de las leyes orgánicas o votaciones como la de la investidura. En el caso de los tres decretos que se votan este miércoles en el Senado —puesto que el Congreso de los Diputados está en obras— solo precisan de una mayoría simple, es decir, más votos a favor que en contra.
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De momento, cuatro partidos han dicho que votarán en contra de los tres decretos del Gobierno: el PP, que cuenta con 137 diputados; Vox, con 33 parlamentarios; Junts, con 7 y Podemos, con 5. Si finalmente estos partidos mantienen su posición durante el pleno y rechazan las medidas del Gobierno, estas decaerían al haber más noes que síes. Ya que se requerirían más de 182 diputados votando a favor, lo que es imposible porque no existen. Por ello, el Gobierno necesita o el voto a favor de los 7 diputados de Junts o la abstención del Partido Popular, que, hasta este momento, solía permitir la prórroga de las medidas anticrisis.
7 ‘síes’ de Junts o 137 abstenciones del PP
Los 33 diputados de Vox no van a votar en ningún caso a favor de los decretos del Gobierno, “que no cuenten con Vox para la operación de salvamento de Sánchez”, dijo su secretario general, Ignacio Garriga. Y pese a que los 5 diputados de Podemos votasen a favor, tampoco sería suficiente para tener más votos a favor que en contra, ya que, en ese caso, habría 173 frente síes frente a los 177 noes, por lo que ninguno de los tres decretos prosperaría.
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La única fórmula sería a través de la abstención del Partido Popular, que, en cualquier caso, los de Feijóo solo se plantean en uno de los tres decretos: el de medidas anticrisis. Para ello, el Gobierno tendría que convocar un nuevo Consejo de Ministros e incorporar las tres medidas esenciales de los populares: una rebaja del IRPF a las rentas de menos de 40.000 euros, que la rebaja del IVA de los alimentos incluya la carne, el pescado y las conservas, y mantener las rebajas de los impuestos al gas y a la electricidad. Sin embargo, el Gobierno ya ha rechazado la incorporación de las tres, por lo que la abstención del PP en el decreto anticrisis sigue sin ser una posibilidad.
En cualquier caso, si el PP se abstuviese, como ha hecho en las anteriores prórrogas, el Gobierno lograría 168 votos a favor y 45 en contra, pudiendo aprobar sin ningún tipo de problema la octava prórroga de las medidas anticrisis.