La precampaña de las elecciones gallegas ha dado el pistoletazo de salida con un tema muy preocupante para una autonomía que vive en y del mar. Una marea de pequeñas bolas de plástico ha inundado sus costas, lo que hace recordar, inevitablemente, a la tragedia de hace 20 años del Prestige. En la Xunta de Galicia hay cierto temor a que este tema repercuta en las elecciones del 18 de febrero, cuya campaña oficial comenzará el día 2 de febrero, aunque critican cualquier tipo de comparación con la marea negra de hace dos décadas.
Los primeros pellets llegaron a las costas gallegas el 13 de diciembre, según relatan medios locales, pero hasta dos semanas después, concretamente, el 5 de enero, la Xunta de Galicia no activó el nivel 1 de la fase de emergencia, y las llamadas entre el Gobierno central y el autonómico no se produjeron hasta el pasado domingo, 7 de enero. Y es que ha pasado ya un mes desde que el buque Tucana perdiese seis contenedores a la altura de Viana do Castelo (Portugal), cerca de aguas gallegas. Uno de los contenedores, el de la empresa Bedeko Europe, contenía millares de sacos de 25 kilogramos cada uno, llenos de millones de pellets de plástico, según denunció Ecologistas en Acción.
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Fuentes de la Xunta de Galicia admiten que, hasta el momento, desconocen la cantidad de microplásticos que hay en el mar, ni de qué material del que están compuestos, sin embargo, aseguran que los servicios de limpieza ya han comenzado a limpiar. Culpan de ello al Gobierno, al que aseguran que este domingo le pidieron información al respecto para saber la cantidad de material que puede seguir apareciendo en las costas gallegas y así determinar el alcance de la crisis ambiental. Y en eso se basan para no elevar aún el nivel de alerta, “no sabemos si hay que elevarlo, porque no sabemos lo que es”, alegan.
Hay cierta preocupación en la Xunta por no saber reaccionar ante esta crisis, que se presenta en plena precampaña electoral, y cuyo alcance, de momento, se desconoce. Fuentes del PP gallego así lo reconocen, aunque a la vez vinculan su repercusión mediática y política a la precampaña de las elecciones del 18-F.
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Números justos para el PP
Tras las cuatro mayorías absolutas de Alberto Núñez Feijóo en Galicia, los números se presentan más justos para Alfonso Rueda. Así lo reflejan varias encuestas, como la de La Voz de Galicia, que indica que superaría por la mínima los 38 escaños necesarios, aunque perdiendo tres diputados respecto a las elecciones de 2020. En este sentido, y con estos números, Rueda afronta la campaña de manera gradual, y aun a la espera de saber quién se presenta por parte de otros partidos.
No temen que Vox pueda sacar algún escaño que perjudique realmente a su mayoría absoluta. Nunca han logrado un asiento en el Parlamento gallego, y para hacerlo requieren del 5% de los votos, situándose, actualmente, a medio camino de esa meta. En cuanto al BNG, sacaría también unos resultados parecidos a la anterior campaña, manteniéndose como segunda fuerza con 20 asientos. Y, en el caso de Sumar, entraría, según la encuesta anteriormente mencionada, con un diputado.
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Por ello, el PP necesita afianzar la mayoría absoluta hasta el 18-F, y para ello está apostando por la confrontación con el Gobierno central, con el argumento de no convertir Galicia en “otra sucursal” de Sánchez. Y es que Rueda cree que la aprobación de la amnistía le va a costar votos al candidato del PSOE gallego, José Ramón Gómez Besteiro, lo que se pudo comprobar en las manifestaciones que se produjeron en todo el país, incluidas las capitales de provincia gallegas.
En este sentido, y teniendo en cuenta el tinte nacional, el presidente del PP y antecesor de Rueda, Alberto Núñez Feijóo, también participará en la campaña del PPdeG, al considerar que sumará. No creen que suceda lo mismo con Pedro Sánchez, que sostienen que, en su caso, resta para el PSOE. En el caso de Sumar y la presencia de Yolanda Díaz, los populares gallegos aseguran que podría acabar con el proyecto en Galicia antes de comenzarlo, deslizando la posibilidad de que Sumar se quede sin asientos en el Pazo do Hórreo.