El patrimonio cultura e histórico que alberga España es uno de los más ricos del mundo. Una de las mejores formas de disfrutarlo es a través de los impresionantes castillos que se distribuyen por toda su geografía. Algunos de ellos se encuentran abandonados o en ruinas, pero en otros todavía se puede palpar y vivir la historia que esconden detrás de sus muros. Así, en Jaén se localiza el mayor conjunto de fortificaciones, pues reúne un total de 237.
De todas ellas destaca una por su gran conjunto arquitectónico, el cual muestra la gran importancia que tuvo en el pasado. Se trata de la fortaleza de la Mota o el castillo de Alcalá la Real (Jaén), una impresionante fortaleza que se ubica en lo alto de la villa homónima. Esta localidad es en la actualidad el conjunto urbano medieval mejor conservado de Andalucía, y el mejor ejemplo de ello es este fortín. Incrustado a más de mil metros de altura, domina todos los alrededores.
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Pero esto no se queda aquí, pues en su recinto amurallado, el castillo acoge una ciudad oculta, pues se trata de la Alcalá Vieja, la antigua villa fortificada que alberga infinidad de secretos. Así, en su visita, el viajero puede descubrir un rico patrimonio que entremezcla la cultura cristiana y la musulmana, así como restos de casas, plazas que muestran la vida de entonces.
Una plaza fundamental en la Reconquista
Para comprender el origen de la fortaleza de la Mota hay que remontarse a la época musulmana, pues durante el siglo VIII se comenzaron a levantar una serie de fortificaciones, entre las que se encuentra esta construcción. Así, durante este periodo fue centro de operaciones de las diferentes rebeliones contra el Califato de Córdoba, para, más tarde, tomar un papel relevante en los enfrentamientos entre los almorávides y los reyes de Taifas.
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En esta época fue cuando se reforzaron sus sistemas defensivos, rodeando todo el recinto con una nueva muralla, se levantó la mezquita y se diseñó un complejo sistema de acceso. Tras la batalla de las Navas de Tolosa en 1212, la fortaleza pasó de manos cristianas a musulmanas en numerosas ocasiones, hasta que finalmente Alfonso XI la tomó a mediados del siglo XIV. Así, se convirtió en una de las plazas fundamentales para los Reyes Católicos en la toma del Reino nazarí de Granada, siendo un puesto fronterizo crucial para ello.
Sin embargo, tras la conquista de al-Ándalus, la fortaleza se abandonó gradualmente y todo el sistema defensivo cayó en desuso. Igualmente, con la Guerra de la Independencia muchas de sus construcciones se deterioraron, como es el caso de la iglesia Mayor abacial, que fue incendiada. Lo mismo ocurrió durante la Guerra Civil, pues los bombardeos y la artillería hicieron mella en la estructura.
Sin embargo, a día de hoy, gracias al Centro de Interpretación de la Vida en la Frontera se puede “recrear, en un formato vanguardista e innovador, aspectos de la cotidianeidad de la vida de sus moradores, en una época de incertidumbres y largos confinamientos”, explican desde Turismo de Alcalá la Real.
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Dos recintos, galerías subterráneas y hasta una alcazaba
La fortaleza está declarada Bien de Interés Cultural, constituyendo “una visita obligada para los amantes de la historia, ya que aquí se conserva la original estructura de la muralla almohade, el trazado urbano de la ciudad renacentista, y el paisaje fronterizo que diseñaron musulmanes y cristianos en el medievo y que ha persistido hasta hoy”, detallan. De esta forma, su estructura se divide en dos recintos: el amurallado, el cual es uno de los más extensos de Andalucía.
Este se puede atravesar por medio de la galería subterránea de 120 metros de longitud que sirvió para el asedio de la ciudad. “Se caracteriza por tres líneas sucesivas con siete puertas de acceso y por estar fundida con la propia estructura geológica del cerro en su último tramo”, explican. Así, de todas ellas destaca la Puerta de la Imagen, que es la mejor conservada de todo el conjunto. Igualmente, entre las murallas sobresalen espacios como el Arrabal de Santo Domingo y la torre albarrana de la cárcel.
“El resto es un solar arqueológico que mantiene el trazado urbano de la época e importantes restos de las edificaciones e infraestructuras del momento: el nevero, aljibes, silos, molinos, bodegas y restos de casas, palacios y plazas”, concluyen. De esta forma, cabe destacar de este recinto puntos como la iglesia Mayor abacial y la alcazaba, que alberga un patio de armas flanqueado por tres torres. Así, en la visita a la fortaleza de la Mota se pueden apreciar los siguientes vestigios históricos:
- Puerta de las Lanzas
- Puerta de la Imagen
- Carnicerías
- Puerta del Peso de la Harina
- Trazado urbano medieval
- Alcazaba
- Puerta de Santiago
- El bahondillo
- Nevero
- Puerta de San Bartolomé
- Aljibes
- Iglesia Mayor abacial
- Torre de la cárcel
- Plaza Alta
- Pósito
- Santo Domingo de Silos
- Galería de asedio
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Cómo visitarlo: horario y precios
La mejor forma de disfrutar de la historia que oculta la fortaleza de la Mota es por medio de una visita. En este sentido, el castillo abre sus puertas al público de 10:00 h a 18:00 h, desde el 15 de octubre al 31 de marzo. Por su parte, el resto del año el horario es de 10:30 h a 19:30 h. En cuanto al precio de la entrada, este es de 8 € la tarifa general y 4 € la reducida para niños de entre 7 y 16 años y mayores de 65. Los menores de 6 años entran gratis.
Cómo llegar
Desde Jaén, el viaje hasta Alcalá la Real es de alrededor de 55 minutos por las carreteras A-44 y A-403. Por su parte, desde Córdoba el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 30 minutos por la vía N-432.