Hasta cuándo se puede contagiar la gripe y cómo se produce el contagio

Una persona con influenza es contagiosa (en condiciones de infectar a otros) a partir del día anterior a que se presenten los síntomas. Los adultos siguen siendo contagiosos hasta siete días después de haberse enfermado, y los niños pueden seguir siendo contagiosos durante un período aún más largo. Esto significa que se puede contagiar la influenza a otra persona antes de que uno se dé cuenta de que está enfermo, y también durante la enfermedad.

Estas navidades la gripe ha sido protagonista. Ha desbordado hospitales y los españoles han sentido un deja-vu, ya que la mascarilla vuelve a ser obligatoria en algunas zonas del país para evitar que continúen los contagios. Para quienes están enfermos o tienen síntomas, es importante que tomen las medidas necesarias para no propagar los virus. Es relevante saber que una persona es contagiosa desde el día anterior al que se presentan los síntomas. Es decir, se puede contagiar la gripe incluso antes de saber que se está enfermo.

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Pero esta situación no solo se vive en España. En los hospitales de Estados Unidos también se ha vuelto al uso de las mascarillas tanto por el incremento de covid como de gripe. Es por eso que el Departamento de Salud del Estado de Nueva York ha difundido un documento en el que se explican algunas cuestiones básicas que todos los ciudadanos deben conocer, tanto neoyorkinos como los de cualquier parte del mundo, para cortar cuanto antes con esta racha.

En el documento se especifica que los adultos siguen siendo contagiosos hasta siete días después de haberse enfermado, por lo que hay que extremar la precaución también una vez que creamos estar sanos. Como siempre ocurre, los niños pueden seguir siendo cotagiosos durante un período aún más largo.

La gripe o influenza por lo general comienza repentinamente y puede incluir los siguientes síntomas:

• Fiebre (generalmente alta)
• Dolor de cabeza
• Cansancio extremado
• Tos seca
• Dolor de garganta
• Moqueo o congestión de nariz
• Dolores musculares
• Síntomas estomacales, como náusea, vómitos y diarrea pueden ocurrir en los niños pero rara vez en los adultos

En general, la gripe es peor que un resfriado, y los síntomas como fiebre, dolores corporales, cansancio extremo y tos seca resultan ser más habituales e intensos. Los catarros tienden a desarrollarse gradualmente, mientras que la gripe tiende a aparecer muy repentinamente.

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Los resfriados son generalmente más leves que la influenza. “Las personas resfriadas tienen mayor probabilidad de experimentar moqueo o congestión de nariz. Los resfríos por lo general no producen complicaciones graves de la salud, como neumonía, infecciones bacterianas o necesidad de hospitalización”, explica el documento compartido por el Estado de Nueva York.

La gripe se transmite a través de gotitas respiratorias que se emiten al toser o estornudar. Generalmente, se transmite de persona a persona, aunque de vez en cuando una persona se puede infectar al tocar un objeto contaminado con el virus y luego tocarse la nariz o la boca.

La mejor manera de prevenir la gripe es vacunarse cada otoño. Hay dos tipos de vacunas:

• La vacuna contra la gripe (“flu shot”) es una vacuna inactivada (que contiene el virus muerto) que se aplica con una aguja. La vacuna por inyección se ha aprobado para su uso en personas mayores de seis meses, lo cual incluye a las personas sanas y aquellas con afecciones crónicas de la salud.
• La vacuna por spray nasal (llamada a veces LAIV) está elaborada con virus de la influenza vivos pero debilitados y NO causan la influenza. Este tipo de vacuna está aprobado para su uso entre los dos años y los 49 años de edad; no está aprobada para las mujeres embarazadas
• Los niños entre los seis meses y los ocho años deben recibir dos dosis de la vacuna si no han sido vacunados previamente, en ningún momento, ni por inyección ni por spray nasal. Los niños entre seis meses y ocho años que recibieron solamente una dosis en el primer año que se vacunaron deben recibir dos dosis el año siguiente.