Virginia Torrecilla, una historia de superación tanto dentro como fuera del campo

La jugadora del Villarreal ha puesto fin a su carrera como jugadora profesional a los 29 años, aunque ha asegurado que seguirá “vinculada a este deporte que tanto me ha dado”

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Virginia Torrecilla durante su presentación en el Villarreal (Villarreal)
Virginia Torrecilla durante su presentación en el Villarreal (Villarreal)

Este jueves, Virginia Torrecilla ha colgado las botas, un ejemplo de superación tanto dentro como fuera del campo. La futbolista ha anunciado su retirada a los 29 años de edad, 14 de ellos en el fútbol de élite, aunque desde que era muy pequeña el balón siempre estaba en sus pies. “Daros las gracias por el inmenso cariño que me habéis dado durante tanto tiempo y deciros que siempre os llevaré en mi corazón”, con estas palabras, anunciaba, a través de un video colgado en su cuenta de Instagram, el fin de carrera como jugadora, para dar comienzo a una nueva etapa en la que seguirá “vinculada a este deporte que tanto me ha dado”.

El Villarreal ha sido el último club en el que ha vestido la camiseta y con quien tenía contrato hasta el 30 de junio y al cual llegó precedente del Atlético de Madrid. Una etapa breve pero intensa es la que ha vivido junto al submarino amarillo, donde aterrizó a principios de esta temporada. Abrazos, lloros y sonrisas es lo que ha vivido Virginia en su despedida con sus compañeras, a quienes no ha dudado en dedicar unas palabras: “Quiero acabar mi carrera deportiva como futbolista profesional y me ha costado mucho. Es verdad que no estaré dentro del campo a lo mejor para poder ayudar, pero estaré fuera para ello. Aprovechad lo bueno que al final dejamos la gente veterana como yo. Me da mucha pena haber tenido que acabar así. Solo quiero desearos suerte y dar las gracias a toda la gente que ha estado conmigo, que me habéis apoyado”

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Su entrenadora, Sara Monforte, no ha dudado en dedicarle también unas palabras a la jugadora: “Para mí, es una lástima que tengas que dejarlo así, pero tú lo tienes clarísimo, que lo hablamos ayer. Creo que es la decisión más valiente, pero creo que lo has dicho bien. El fútbol te da mucho, pero también te quita un montón. Al final, tú siempre vas a estar metida en el fútbol en otro sitio y para nosotros esta temporada como mínimo vas a ser parte de nosotras. Te esperamos. Ha sido un honor entrenarte”.

Desde los tres años detrás de un balón

Virginia comenzó a jugar al fútbol mucho antes de vestir la camiseta de ningún equipo. Ella ya perseguía la pelota cuando tan solo tenía tres años y desde entonces no ha dejado de hacerlo. A medida que fue creciendo iba buscando espacios más grandes en los que poder desarrollar sus habilidades futbolísticas. Plaza Mallorca se convirtió en su “campo de fútbol” favorito, donde poco tiempo después sumó aliados con los que poder disputar grandes finales de Champions sin tener que ir más lejos que al campo de detrás de su casa: sus amigos.

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Aunque rápidamente buscó otros terrenos de juego con la escusa de poder tener siempre un balón entre sus pies: el recreo del colegio, después de las clases... Y cuando la calle se le quedó pequeña, pasó a formar parte de un equipo de fútbol, el Club Deportivo Serverense, en la categoría mixta con tal solo nueve años, donde enseguida empezó a despuntar. Tal fue la situación que incluso la llamaron para formar parte de selección balear. A los 14 ya no podía seguir jugando en un equipo mixto y dio el salto al UD Collerense. Y fue ahí, en ese club, cuando su carrera profesional comenzó a despegar. La llamada de la selección española no tardó en llegar, donde vistió La Roja en las categorías inferiores de la Sub-17 a la Sub-19 y años más tarde la de la absoluta.

Y entonces, el Barça. Xavi Llorens, el entrenador azulgrana en ese momento, llamo a su puerta. El lema Mes que un club comenzó a cobrar sentido para Virginia cuando puso rumbo a Barcelona. Allí llegó a compartir vestuario con algunas de las actuales campeonas del mundo como Alexia Putellas o Mariona Caldentey. Antes de que terminara la temporada 2014 / 2015, su carrera volvió a dar un giro, esta vez fuera de las fronteras españolas. Así, Torrecilla puso rumbo a Francia para vestir la camiseta del Montpellier, donde descubrió el fútbol de élite. El equipo francés contaba con unas instalaciones y condiciones muy lejos de las que en ese momento existían en España.

Un ejemplo de superación

Su etapa en Francia duró cinco años, hasta que decidió que era el momento de regresar a España para vivir el auge que en ese momento estaba viviendo en el fútbol femenino. Y lo hizo vistiendo la camiseta rojiblanca del Atlético de Madrid en la temporada 2019/2020, el club era el mejor de la competición española junto con el Barcelona. Cuando las cosas parecían que empezaban a encauzarse tras la salida del técnico colchonero, llegó la pandemia y con ella el confinamiento. Pero, el momento que realmente cambió la vida de Torrecilla para siempre llegaría en mayo de 2020, cuando le detectaron un tumor cerebral que le obligó a alejarse del terreno de juego durante dos años. Una lucha a la altura de una guerrera de la talla de la balear, quien logró vencer a la enfermedad y con ello volver a calzarse las botas y saltar al césped.

Las jugadoras del Barcelona mantean a Virginia Torrecilla en su regreso al terreno de juego (Instagram Virginia Torrecilla)
Las jugadoras del Barcelona mantean a Virginia Torrecilla en su regreso al terreno de juego (Instagram Virginia Torrecilla)

683 días pasaron hasta que, en la final de la Supercopa de España, Torrecilla volvió a ponerse la camiseta rojiblanca y calzarse las botas para saltar al césped ante el Barcelona, su exequipo. Un regreso que dejó una imagen para la posteridad, las jugadoras azulgranas manteando a su excompañera al final del partido. Y al final de la temporada pasada, puso rumbo a su último equipo: el Villarreal. La camiseta del submarino amarilla ha sido la última que ha vestido Virginia como jugadora profesional. Este jueves ponía punto y final a su carrera, para dar comienzo a una nueva “vinculada a este deporte que tanto me ha dado”.

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