Todos los años ocurre lo mismo y este 2024 tampoco va a ser la excepción. Muchas de las cabalgatas que recorren los diferentes municipios de España aún incluyen a personas blancas pintadas de negro para representar al rey Baltasar o sus pajes y, aunque puede parecer una tradición inofensiva, se trata de un acto racista y discriminatorio, tal y como denuncian organizaciones como Sos Racismo Madrid y Afroféminas.
El llamado blackface, una práctica que comenzó en Estados Unidos en el siglo XIX cuando los actores de teatro blancos se pintaban de negro el rostro representando de forma estereotipada la vida de las personas negras esclavizadas, sigue presente en diferentes festividades de la cultura española y es “especialmente ofensiva” en algunas como la Cabalgata de Reyes de Alcoy, Alicante, donde los pajes van pintados con betún y unos gruesos labios rojos.
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“Detrás de esa fiesta, hay una historia de racismo, de crimen y de violencia hacia las personas afrodescendientes. Y ahí está el problema. Están representando a las víctimas de la esclavitud y no se le está dando importancia a todo lo que ocurrió en nuestra historia”, indica a Infobae España la activista cubana Antoinette Torres, directora de Afroféminas, quien aclara que no se trata de quitar ninguna tradición, sino de que “la fiesta sea para todos”. “Si yo voy a un espectáculo cómico, me gustaría poder reírme y no que se rían de mí. Hay muchas formas de hacer las cosas para que todo el mundo se sienta bien”, apunta.
Pero el “colmo de lo grotesco”, recuerda Torres, ha llegado este año con un vídeo que ha enviado el Ayuntamiento de Madrid a los niños del distrito de Chamartín, en el que a modo de felicitación de Reyes Magos, aparece un hombre blanco pintado de negro haciendo de Baltasar con un acento extraño y donde habla un mal castellano.
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El Ayuntamiento de Madrid pide disculpas
Tras la polémica y las críticas que ha levantado el vídeo, este viernes la vicealcaldesa de Madrid y portavoz del Gobierno municipal, Inma Sanz, ha asegurado que se trata de “un lamentable error” de la empresa encargada y ha informado de que han pedido explicaciones a la misma. “Esos vídeos que hemos visto no deberían haber salido así, no es la persona adecuada, evidentemente, para hacerlo y por lo tanto es un lamentable error de la empresa que está llevando a cabo esa actividad concreta de la Navidad en el distrito de Chamartín”, ha indicado ante la prensa la vicealcaldesa.
Sanz también ha señalado que se trata de una actividad que ya se viene realizando desde hace algunos años en la que “algunos niños solicitan que al rey mago que ellos quieran que les mande una felicitación concreta”, y ha precisado que aunque están revisando los datos, “unos 20 o 30 vídeos podrían haber salido de esta manera”.
La propia empresa que hizo el vídeo, Yeiyeba, también ha pedido disculpas y exonerado al Ayuntamiento al indicar que “en ningún momento se ha tenido la intención de ridiculizar, ni menospreciar a ninguna persona por su color o etnia”. Asumimos toda la responsabilidad de los hechos, excluyendo de cualquier tipo de responsabilidad a la Junta Municipal del Distrito de Chamartín, sus funcionarios y a su concejal, así como al Ayuntamiento de Madrid”, han apuntado.
Sin embargo, desde Afroféminas aseguran que no hay excusa que pueda justificar un vídeo así, más aún teniendo en cuenta que en España, según diferentes estudios, se estima que viven entre 700.000 y 1.300.000 personas africanas y afrodescendientes (dependiendo de si se incluye o no en el cálculo a la ciudadanía del norte de África).
También ha sido objeto de polémica la cabalgata de Sevilla, donde el rey Baltasar no solo iba pintado de negro, sino que además desfiló vestido de torero, lo que ha provocado numerosas críticas en las redes sociales.
El racismo es un “problema estructural” en España
Aunque estos episodios de blackface son solo “algo anecdótico” en comparación con lo que la población negra tiene que lidiar en su día a día, señala Torres, son una muestra más de que “el racismo es un problema real” en España, al tiempo que recuerda que hace tan solo unos días, durante el sorteo de la lotería de Navidad del 22 de diciembre, las redes sociales se llenaron de mensajes racistas que criticaban el color de piel de muchos de los niños que cantaban los números. Tras estos hechos, Afroféminas presentó una denuncia ante la Fiscalía por delitos de odio.
Tampoco hay que olvidar, indica la asociación, los episodios racistas que con frecuencia se producen en el fútbol, como los insultos que sufrió el año pasado el jugador brasileño del Real Madrid, Vinícius Jr.
“En España hay un racismo estructural e institucional, que se ve claramente en casos de violencia policial”, critica Torres, que ve fundamental que se reconozca como un problema y que haya voluntad política para abordarlo. “Nosotros también somos ciudadanos de este país”, concluye.
Y es que a pesar de los avances que habido en los últimos años en la lucha contra el racismo y la xenofobia en España, un estudio de 2022 del Centro Reina Sofía sobre adolescencia y juventud revelaba que el 6,8% de la población entre 15 y 29 años se declara de extrema derecha y el 42,8% no vería con buenos ojos que una persona extranjera fuera alcalde o alcaldesa de su ciudad. Por otro lado, el Foro para la Integración Social de los Migrantes, en su informe de 2020, también indicaba que la pandemia había potenciado “imaginarios racistas y xenófobos en la sociedad española”.