La cabalgata de Sevilla suma críticas por su rey Baltasar pintado y vestido de torero

El empresario José Luis Cabezas, ‘el serranito’ acaparó críticas por su actuación en el recorrido sevillano

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José Luis Cabezas, conocido como “El serranito” es empresario polifacético y Rey Mago circunstancial. Concretamente el Baltasar de la cabalgata de Sevilla. Eso sí, uno un poco particular, porque no apareció al evento vestido como se puede esperar de su cargo de majestad, sino de luces. Sí, como un torero. Un torero con capa, no con capa de paseo, como sí visten los matadores, sino con una especie de abrigo que, ese sí, se correspondería más con lo que en el imaginario colectivo se entiende como un mago de oriente.

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Otro detalle, y no menor, aunque el tercer rey mago suele ser representado por un hombre de raza negra, es evidente que Cabezas no lo es. El ‘serranito’ recurrió al betún o la pintura para oscurecer la piel montándose así en una polémica que ya dura años. El ‘blackface’ es considerado generalmente como una muestra de racismo, una idea importada desde Estados Unidos, donde se llevaba a cabo el Minstrel, representaciones teatrales en la que blancos exageraban los rasgos de personas de raza negra. En los últimos años España se ha concienciado más en este sentido, pero la resistencia sigue siendo bastante común y no es raro ver momentos en los que se encuentran este tipo de actitudes.

El mago de oriente torero

La cabalgata sevillana tradicional está organizada por el Ateneo, que ya ha censurado previamente al Serranito en la realización de este evento. El empresario anunció que iba a tirar durante el camino entradas para la próxima edición del Icónica Fest. Se esperaba que eso fuese un problema de seguridad, así que le fue prohibido. Quizá por eso no comentó que iba a ir de esa guisa, vestido de luces y, como dirían los taurinos, de verde botella y oro.

No se quedó ahí, el rey torero decidió también tirar minicapotes por el recorrido de la cabalgata, dándole un tono de lo más cañí a los magos de oriente. Según cuenta Abc, también tiene previsto hacer una ofrenda particular en la Basílica de la Macarena, relacionada por supuesto con la tauromaquia, y otra en la Plaza de la Magdalena, en la que regalará a un famoso futbolista. Otro regalo que se prevé muy torero, pues parece haber decidido unilateralmente convertir la fiesta en una capea.

José Luis, Serranito, es, según comenta la prensa local, un polifacético empresario que en los años 70 toreó. Toreó poco, no más de cuatro veces en la plaza de la Maestranza de caballería, pero suficiente como para quedársele en la memoria ese mundo. También fue apoderado, antes de empezar a desplegar sus facetas actuales, más cercanas a la hostelería y el mundo inmobiliario. El gusanillo no se le fue nunca, ha impulsado la carrera de varios novilleros. Además, ha sido un activo opositor de cualquier decisión que vaya contra el mundo de la tauromaquia.

Tanto toro y la cara pintada han sido la chispa para que las redes sociales muestren tanto su indignación como su vis cómica. Quizá ese era el objetivo.

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