Los de Ferraz calientan motores para ir también a Génova y Vox aprovecha el tirón para atacar al PP

Vox propone llevar a la cárcel a los que se reúnan o colaboren con condenados o procesados por delitos contra la Constitución, tras acusar al PP de reunirse con Junts

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El líder de VOX, Santiago Abascal, durante una concentración frente a las sede del PSOE de la calle Ferraz, a 6 de diciembre de 2023, en Madrid (A. Pérez Meca - Europa Press)
El líder de VOX, Santiago Abascal, durante una concentración frente a las sede del PSOE de la calle Ferraz, a 6 de diciembre de 2023, en Madrid (A. Pérez Meca - Europa Press)

Desde que comenzaron las protestas ultras de Ferraz el pasado 3 de noviembre de 2023, el Partido Popular ha tomado una posición de distanciamiento de las mismas. Ninguna cara conocida del Partido Popular, excepto la de Esperanza Aguirre, asistió a las concentraciones que noche tras noche se vienen repitiendo en las inmediaciones de la sede socialista de Madrid. Y no solo eso, ya que también condenaron cualquier tipo de altercados y desórdenes públicos acontecidos en estas protestas, todo lo contrario que Vox, cuyas caras más conocidas, como la de Santiago Abascal, asistieron varias noches atendiendo a las convocatorias de las juventudes ultras de Revuelta, vinculadas a su partido.

Pero después de dos meses, las protestas, lejos de aminorarse, se han vuelto más radicales, hasta el punto de que durante la pasada Nochevieja llevaron una piñata con la apariencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para que los asistentes pudiesen apalearla mientras gritaban consignas contra el jefe del Ejecutivo. Esa misma noche, la Policía impidió que varios camiones dispuestos por la organización accediesen a la celebración, alegando que no contaban con el permiso para ocupar la vía pública, según relatan los propios organizadores en varios de sus canales de comunicación.

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Ese mismo 31 de diciembre, a las 21:00 horas, Revuelta advirtió en sus redes sobre este hecho, “la Policía Municipal, dirigida por Martínez-Almeida, impide colocar el camión pagado con el dinero de todas vuestras donaciones para dar las campanadas en Ferraz”, relata el comunicado, que pide “la completa movilización del pueblo madrileño”, tras lo cual varios simpatizantes de esta plataforma reaccionan con insultos contra el alcalde de Madrid y amenazando con llevar las protestas hasta las puertas de la sede nacional del PP, en el número 13 de la calle Génova.

Unas 300 personas toman las uvas en Ferraz en protesta por la amnistía.

“Vergonzoso”, “dan pena estos peperos acomplejadillos”, “los peperos son tan asquerosos o más que los socialistas”, o “a Génova, entonces”, son algunas de las respuestas de los simpatizantes con Revuelta. En la red social X (antes Twitter), la cosa va a más, insistiendo en que “ya es hora” de empezar con las protestas en Génova, 13. “Montémosla en Génova”, señala otro usuario, “mandadlos a Génova, a por esos traidores”, escribe un tercero. “Hay que ir ya de una vez a Génova. Génova=Ferraz”, se lee en otro mensaje, un llamamiento que se repite en la mayoría de comentarios tras las denuncias de los organizadores.

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Vox aprovecha el tirón para cargar contra el PP

El pasado 4 de diciembre, un mes después del comienzo de las protestas en Ferraz, Vox ya avanzó sus intenciones con el PP: anunció una ruptura de las relaciones con los de Alberto Núñez Feijóo que, en cualquier caso, no implicaba grandes cambios en la práctica, puesto que no se extendían a los gobiernos autonómicos y municipales donde ambos partidos comparten coalición. “Feijóo y Génova han decidido ir por un lado, y nosotros trabajaremos en los gobiernos autonómicos con los líderes regionales para liderar una respuesta”, anunciaba el secretario general del partido, Ignacio Garriga, en una rueda de prensa.

A partir de ahí, la oposición de Vox se ha enfocado también en el PP, incluso en el mismo debate donde se tomaba en consideración la ley de amnistía. “Usted convoca a los españoles los domingos y el lunes les estafa”, le reprochó Santiago Abascal a Feijóo en el Congreso de los Diputados. Días después, continuó denunciando la reunión entre Sánchez y Feijóo para desbloquear la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) o para reformar el artículo 49 de la Constitución. De hecho, las primeras palabras de Abascal de este 2024 fueron contra el PP, por su “complicidad” con la “normalización del golpe” de Sánchez. “El señor Feijóo es el responsable de una campaña de demonización de Vox, con resultados desastrosos para España, de los que nunca ha rendido cuentas”, plasmó el líder de la extrema derecha.

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En este sentido, Vox convocará un Comité Ejecutivo Nacional con el único objetivo de buscar una respuesta ante el “gobierno ilegal que camina hacia la liquidación del Estado de derecho, y una supuesta oposición que lo está legitimando”. Pero, antes de todo ello, ha mandado otro recado al PP: la creación de un tipo delictivo que castigue con años de cárcel a quienes “negocien con condenados, procesados o sustraídos de la acción de la justicia por delitos contra la Constitución”, lo que Vox ha registrado como texto alternativo en la enmienda a la totalidad a la ley de amnistía. Este punto, que ya ha registrado dentro de su propuesta alternativa a la amnistía en el Congreso de los Diputados, parece dirigido específicamente contra Pedro Sánchez y el PSOE por negociar con Junts y Carles Puigdemont, pero hay una segunda lectura en la que Vox también señala al PP, llegando a pedir cárcel por sus negociaciones con Junts.

El expresidente de la Generalitat de Catalunya José Montilla Aguilera; el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo y el concejal del PP Daniel Sirera (Kike Rincón - Europa Press)
El expresidente de la Generalitat de Catalunya José Montilla Aguilera; el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo y el concejal del PP Daniel Sirera (Kike Rincón - Europa Press)

Se explica con la noticia que este miércoles ha trascendido con los detalles de la reunión entre el PP y Junts en agosto, justo después de las elecciones del 23J. Según esta información publicada por La Vanguardia, antes de constituirse la Mesa del Congreso, el presidente de Junts en el Parlament, Albert Batet (hombre de confianza de Carles Puigdemont), el concejal barcelonés Josep Rius y, por parte del PP, el líder en Barcelona, Daniel Sirera, y el asesor político Xavier Domínguez, que participó en la campaña de Núñez Feijóo, se reunieron en el hotel Alma de la capital catalana.

“El día que sale a la luz la turbia negociación con Junts, el PP dice que hay que disolver a los partidos separatistas… será porque no consiguió sus votos”, ha reaccionado Vox al respecto de esta información, recordando que Vox ha propuesto hasta en tres ocasiones la ilegalización de los partidos independentistas y el PP se ha negado en todos los casos. “¿A quién pretenden engañar?”, censuran desde la extrema derecha.

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