La embajadora de Israel vuelve a España al ver “un cambio a mejor” en los mensajes del Gobierno

La embajadora de Israel en España, Rodica Radian-Gordon, volverá a su puesto tras haber sido llamada a consultas en noviembre, cuando el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, cuestionó que Israel cumpla con el derecho internacional en su guerra contra Hamás, debido al alto número de víctimas en la Franja de Gaza. ”La embajadora de Israel en España, la doctora Rodica Radian-Gordon, regresará a Madrid a principios de la próxima semana (…) tras una serie de declaraciones problemáticas de funcionarios de España”, indica un comunicado de la cancillería israelí.

Rodian-Gordon volverá a Madrid a principios de la próxima semana, después de que el Ejecutivo de Benjamin Netanyahu haya percibido un “cambio de mejor” en los mensajes del Gobierno respecto al conflicto en la Franja de Gaza. El nuevo ministro de Asuntos Exteriores, Israel Katz, que asumió el cargo el 1 de enero, ha tomado esta decisión también teniendo en cuenta la “importancia de las relaciones entre Israel y España”.

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Con el regreso de la embajadora, se cierra la crisis diplomática que ya se extendía durante más de un mes y en medio de la guerra en la Franja de Gaza. Israel llamó a consultas a Radian-Gordon por unas palabras de Pedro Sánchez en las que aseguraba que tenía “serias dudas de que Israel esté cumpliendo el derecho internacional humanitario”, unas “declaraciones problemáticas” por parte de altos cargos del Gobierno español que el Ministerio de Exteriores israelí sigue recordando en su comunicado.

El cambio se produce con la entrada de un nuevo ministro en el departamento, que lleva tres días en el cargo, y debido a la pretensión de Israel de seguir logrando apoyos en su conflicto contra Hamás, además de presión internacional para la consecución de la liberación de los rehenes aún en manos del grupo terrorista en la Franja, según detalla el propio departamento israelí.

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La llamada a consultas de la embajadora, un gesto contundente para mostrar su malestar, se produjo después de que Sánchez reconociera que tenía “francas dudas” de que Israel estuviera cumpliendo con las reglas de la guerra en lo que se refiere a la protección de civiles en Gaza a la luz del número de víctimas, incluidos niños. Tanto durante su visita a Jerusalén, donde se reunió con Netanyahu y con el presidente israelí, Isaac Herzog, como antes y también después, Sánchez ha defendido que España mantiene una postura clara respecto a esta cuestión, de condena rotunda del ataque terrorista por parte de Hamás y de reconocimiento del derecho de Israel a defenderse.

Sin embargo, el presidente del Gobierno ha dejado claro que la respuesta militar israelí tiene que respetar el Derecho Internacional Humanitario y proteger a la población civil. Sánchez, que ha propuesto la celebración de una conferencia internacional de paz cuando cesen las hostilidades, también ha defendido con rotundidad que la mejor vía para resolver el conflicto pasa por la materialización de la solución de dos Estados, al tiempo que ha defendido que la Autoridad Palestina, como representante legítimo de los palestinos, tiene que ser quien asuma el control de Gaza una vez concluya la ofensiva israelí contra Hamás.

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Precisamente, se cumple un mes desde el líder de Vox, Santiago Abascal, visitase Israel para exhibir su oposición al Gobierno de España y trasladar su apoyo a Benjamin Netanyahu. Así, se presentó en Jerusalén acompañado por Hermann Tertsch y el director de la Fundación Disenso, Jorge Martín Frías, para reunirse con el ministro israelí de los Asuntos de la Diáspora y Lucha contra el Antisemitismo, Amichai Chikli, y con el ministro de Agricultura, miembro del gabinete de Guerra de Israel y exjefe del Shin-Bet Avi Dichter. Ante ellos, Abascal manifestó “la vergüenza que la mayoría de españoles ha sentido ante las declaraciones de Pedro Sánchez y los aplausos que este ha recibido del grupo terrorista Hamás”.

Por su parte, el PP ha vertido duras críticas contra el Gobierno a causa del conflicto diplomático con Israel, del que culpa a Pablo Sánchez por su “unilateralidad”. Para los populares, Sánchez acusó “sin pruebas” a Israel de “matar civiles indiscriminadamente” y de delitos de lesa humanidad, sin pedir la disolución inmediata de Hamas y todos los esfuerzos internacionales para acabar él.