El mapa europeo de la jubilación deja situaciones de todo tipo. Los países del sur son más baratos para disfrutar del retiro, con una oferta de servicios más variada y mejores condiciones climatológicas. La edad de jubilación, en cambio, suele ser más baja en los países de la zona centro del continente, donde los trabajadores pueden abandonar antes el mercado laboral. El año pasado, Francia devolvía el tema a la primera línea del debate político y social con una fuerte cadena de protestas que desbordó las calles del país. El acceso a la jubilación es uno de los asuntos que más preocupa a la población en términos generales, por eso, ante un escenario tan incierto, surgen siempre dudas. ¿Cuál es el mejor sistema de pensiones del mundo?
Los sistemas de pensiones cambian en función del país, aunque la situación socioeconómica de cada territorio también puede influir. En España, los subsidios funcionan bajo cinco principios básicos, que son los de reparto, universalidad, proporcionalidad, suficiencia y gestión pública. La Seguridad Social, ahora en manos de la ministra Elma Saiz, se encarga de gestionar esta partida, para la que existe un fondo común —al margen de la hucha de las pensiones— con el que cubrir las necesidades básicas de los beneficiarios.
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Los rankings ofrecen resultados de todo tipo, pero casi todos coinciden a la hora de ensalzar el funcionamiento de los subsidios en los países nórdicos. La empresa Mercer elabora cada año un informe en el que detalla la situación de las pensiones de jubilación en los principales puntos del planeta. España se sitúa en la mitad de la tabla, concretamente a 20 puntos del podio. Países Bajos, Islandia y Dinamarca ocupan las tres primeras posiciones de un top ten en el que también figuran Noruega, Suecia y Finlandia. El modelo sueco, de hecho, despierta todos los años un gran interés.
¿Cómo funciona el sistema de pensiones en Suecia?
El sistema de pensiones sueco es uno de los más reconocidos a nivel internacional. La explicación es clara. El país nórdico suma la pensión pública del Estado, las aportaciones de la empresa y los ahorros de cada trabajador en una cuenta nocional. El modelo sueco es mixto, es decir, mezcla elementos de un sistema de reparto —los trabajadores pagan el subsidio que reciben los pensionistas— y elementos de un sistema de capitalización. Las cuentas nocionales son una de sus principales características, no solo por su funcionamiento, si no también por la utilidad.
Estas cuentas virtuales recogen las cotizaciones individuales de los trabajadores y los rendimientos que estas generan a lo largo de toda la vida laboral. De este modo, cada ciudadano puede saber de forma exacta cuánto dinero tiene acumulado y qué pensión puede esperar cuando solicite el retiro. Las cuentas nocionales recogen el grueso de las cotizaciones sociales de los trabajadores suecos.
Las personas que trabajan en Suecia contribuyen con un 18,5% de los salarios a la previsión general. Este porcentaje se divide entre un 16%, que se reserva para la pensión contributiva, y un 2,5% del salario, que se destina a uno de lo planes de pensiones individuales que componen el sistema sueco. Cada ciudadano gestiona este capital de forma independiente, aunque si no elige ninguna de las opciones disponibles, el Gobierno lo hará en su nombre. Además de los salarios, existen otras aportaciones que también se suman para la futura pensión, como el dinero que se recibe durante los cuatro primeros años de vida de los hijos, al margen del tiempo de permiso de maternidad o paternidad.