Almeida pagará 73.000 euros para redactar el plan que protegerá a la Plaza Mayor de basura, ruido o graffitis

El Ayuntamiento de Madrid licita el contrato para diseñar el documento que fije las prioridades de uso y conservación de este Bien de Interés Cultural que en 2019 cumplió 400 años

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Mercadillo de Navidad de la Plaza Mayor, en Madrid (Shutterstock).
Mercadillo de Navidad de la Plaza Mayor, en Madrid (Shutterstock).

El Área de Gobierno de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid acaba de licitar por 73.126,64 euros la redacción del futuro plan director que protegerá a la Plaza Mayor y a su entorno. Este plan, que es una demanda de los vecinos, permitirá conocer la situación actual de este patrimonio histórico de la capital y fijar las futuras prioridades de actuación que garanticen su conservación, restauración y mantenimiento. El objetivo es proteger los comercios de la zona, eliminar graffitis y suciedad, reducir la contaminación acústica, combatir la proliferación de pisos turísticos, potenciar sus valores culturales e incluso regular con más acierto la carga y descarga que se produce todas las mañanas.

El contrato fue licitado el pasado 20 de diciembre. El informe que justifica su redacción señala que el plan es necesario para “reunir, sistematizar y completar en un documento toda la información referente a la Plaza Mayor y su entorno, lo que permitirá conocer su situación y las prioridades de actuación, para garantizar así la conservación, restauración y mantenimiento del conjunto declarado Bien de Interés Cultural (BIC), mejorando su proyección institucional y social”.

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Para el Ayuntamiento, “la Plaza Mayor es un monumento fundamental para la puesta en valor de la memoria histórica de Madrid. En consecuencia, se deberá proceder a la compilación de todos los datos necesarios para lograr un adecuado y riguroso conocimiento. El Plan Director está concebido como una herramienta de gestión que pone de manifiesto la situación actual del Bien de Interés Cultural y define las líneas de actuación necesarias para garantizar su conservación, viabilidad y sostenibilidad futura”.

El grupo municipal socialista lleva tiempo denunciando que, desde el 400 aniversario de la plaza, que se celebró en 2019, “no se han adoptado decisiones para proteger mejor este espacio emblemático de Madrid y de toda España, que progresivamente ha ido perdiendo su aspecto residencial en favor de los intereses hoteleros y la proliferación sin control de pisos turísticos. Han desaparecido comercios, ha desaparecido un verdadero mercado para los residentes, priorizando una vez más un modelo de ciudad que es para el visitante frente al habitante”.

El entorno de la Plaza Mayor que se quiere proteger
El entorno de la Plaza Mayor que se quiere proteger

Plaza del siglo XVI

La Plaza Mayor tiene sus orígenes en la antigua plaza del Arrabal, situada extramuros de la ciudad medieval; lugar de confluencia entre los caminos de Toledo y Atocha donde se reunían los comerciantes. Fue en 1580 cuando el rey Felipe II ordenó la remodelación de la Plaza al arquitecto Juan de Herrera para adecuarla a las necesidades de la recién constituida capital. En 1590 se construyó el primer edificio de la Plaza, la Casa de la Panadería, pero no es hasta 1617 cuando se da forma a la gran Plaza Mayor. El encargo recayó en el arquitecto Juan Gómez de Mora, que respetó la Casa de la Panadería e hizo una plaza con edificaciones de ladrillo rojo visto, estructuras de madera y tejados de plomo.

A lo largo de su historia la Plaza sufrió tres grandes incendios, pero fue el de 1790 el más devastador, quedando un tercio reducido a cenizas. Se realizó entonces una reforma integral iniciada por Juan de Villanueva y concluida, a su muerte, por Juan José Sánchez Pescador. En el nuevo diseño se unificó la imagen de la Plaza, manteniendo todos los edificios el nivel de la Casa de la Panadería, único inmueble que se salvó del incendio y sirvió de referente para los de nueva construcción.

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En los años siguientes, la plaza fue objeto de diferentes restauraciones, siendo la más importante la realizada entre 1967 y 1969, que obligó a subir el nivel de la rasante para permitir la construcción de un aparcamiento subterráneo. En 1988, la Empresa Municipal de la Vivienda llevó a cabo la restauración de las fachadas, cornisas y distintas reparaciones en cubiertas. En 2015 se realizó, por parte del Ayuntamiento de Madrid, la restauración de las fachadas y cubiertas que vierten a la plaza, la adecuación de los soportales, la reparación de los pavimentos y solados de la Plaza y accesos, así como la ordenación e implementación de nuevas instalaciones. De eso ya hace nueve años.

Ahora, la información recogida en el nuevo plan director deberá ser analizada y, tras su evaluación, se determinará un diagnóstico aplicable al estado actual de la plaza y su entorno, tanto lo que afecta a su aspecto físico como a su gestión cultural. “El plan aportará propuestas de protección, intervención, mantenimiento, gestión, difusión, usos y compatibilidad”.

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