El 2024 emerge como un año donde el turismo está al alza. Gracias a importantes acontecimientos como las Olimpiadas de París, o la Eurocopa de Alemania, Europa aspira recibir millones de turistas atraídos por ambas competiciones, pero también por ser un destino con grandes ciudades y monumentos históricos. Sin embargo, ya sea por obras de restauración o cambios de propiedad, existen varios espacios icónicos que no abrirán sus puertas el próximo año.
Centro Pompidou, París
El Centro Pompidou, emblemático museo parisino conocido por su arquitectura vanguardista, se enfrenta al inevitable paso del tiempo y se prepara para celebrar seis décadas desde su inauguración. A pesar de su apariencia todavía moderna, esta institución cultural planea una pausa en su actividad tras los Juegos Olímpicos de verano que se celebrarán este año en la capital francesa. El motivo: un ambicioso proyecto de renovación estimado en 260 millones de euros, que pretende modernizar sus instalaciones.
La conocida como “Nuestra Señora de las Gaitas” cerrará sus puertas al público, en un periodo de tiempo que durará hasta 2030. Paralelamente, su museo hermano en Bruselas también se encuentra en proceso de construcción, con la mira puesta en su inauguración para el año 2025, lo cual abrirá una nueva ventana al arte y la cultura a la espera de que el Centro Pompidou francés finalice su transformación.
Museo de Pérgamo, Berlín
Al igual que el Centro Pompidou, el museo de Pérgamo en Berlín, ha cerrado sus puertas al público para emprender un extenso proyecto de renovación. Este plan, que se estima que culminará en el año 2027, forma parte de un esfuerzo más amplio para enriquecer la oferta cultural de este conjunto arquitectónico reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.
Las mejoras previstas incluyen la creación de una nueva zona peatonal, la expansión de las salas dedicadas a las exposiciones y otros avances significativos que buscan enriquecer la experiencia de los visitantes. Con esta iniciativa, se espera no solo preservar, sino también potenciar la relevancia del museo de Pérgamo como uno de los centros neurálgicos del patrimonio histórico y cultural en la capital alemana.
Notre Dame, París
En 2019, el mundo miraba consternado como un incendio devoraba una de las iglesias más icónicas de Europa: Notre Dame. Desde ese momento, la solidaridad internacional se manifestó en una oleada de donaciones destinadas a la restauración de esta joya del patrimonio arquitectónico francés.
Tras un debate sobre el enfoque de la reconstrucción, que enfrentó las visiones contemporáneas del presidente Emmanuel Macron y los defensores de la fidelidad histórica, se llegó a un consenso para devolver a la icónica catedral su imagen tradicional. Con más de ocho siglos de historia, Notre Dame se prepara ahora para reabrir sus puertas en diciembre de 2024, permitiendo que tanto parisinos como visitantes de todo el mundo puedan volver a maravillarse con su impresionante belleza.
Viñedo de Leonardo Da Vinci, Milán
La antigua propiedad vinícola de Milán, conocida por haber pertenecido al renombrado Leonardo Da Vinci y que durante décadas funcionó como un importante destino turístico, está ahora en manos privadas. Bernard Arnault, director ejecutivo del gigante del lujo LVMH y reconocido multimillonario francés, adquirió la finca en diciembre del pasado año 2022.
Hasta el momento, Arnault no ha emitido declaraciones oficiales respecto a si permitirá el acceso al público o cuándo podría ser esto posible, lo que mantiene en incertidumbre a quienes aspiran visitar este lugar cargado de historia y cultura vinculada a la figura de Da Vinci. Así, la transición de espacio turístico a propiedad privada sitúa este emblemático viñedo milanés en una encrucijada que todavía no tiene respuesta.