Los coches clásicos son la excepción que se libra de las restricciones medioambientales: requisitos y características

En el mundo en constante evolución de la movilidad urbana y la lucha contra la contaminación atmosférica, los coches clásicos se convierten en una excepción en las zonas de bajas emisiones de las ciudades. A pesar de las crecientes restricciones en el acceso de vehículos a las áreas urbanas, estos automóviles históricos continúan disfrutando de ciertos privilegios.

Estos vehículos son considerados bienes culturales y parte de la historia automovilística del parque móvil de un país, lo que les otorga un estatus especial en la regulación de las zonas de bajas emisiones. Además, según un estudio de la FEVA, los coches históricos no constituyen un problema medioambiental, ya que son utilizados con una frecuencia muy baja: 61% tan solo lo hacen 20 días al año.

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Actualmente, en España hay alrededor de 47.000 vehículos históricos, un número bastante bajo si se compara con los 400.000 de Francia, los 600.000 de Alemania o el millón y medio del Reino Unido. Sin embargo, con la nueva reglamentación, la DGT prevé que alcancen los 200.000 vehículos, pero incluso podría llegar hasta dos millones. “No lo sabemos exactamente, porque muchos vehículos antiguos fueron al desguace, se exportaron al extranjero o están guardados en un garaje y sus propietarios no solicitaron la baja”, explicó Francisco Marcos, director técnico de FEVA, a la revista Tráfico y Seguridad Vial, de la DGT.

Para poder declarar tu vehículo como ‘histórico’, los criterios que se tienen en cuenta son que se haya fabricado o matriculado por primera vez hace por lo menos 30 años y conservado en su estado original o con modificaciones que no alteren sus características elementales ni su carácter histórico.

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Estos coches tienen una mayor periodicidad en las inspecciones técnicas de estos vehículos: cada dos años para aquellos de entre 30 y 40 años de antigüedad, cada tres para aquellos de entre 40 y 45 y cada cuatro para los que superen los 45 años. A su vez, aquellos coches matriculados antes de 1950 estarán exentos de tener que pasar la ITV.

Para realizar con éxito el proceso se debe solicitar, en una jefatura de Tráfico, un duplicado del permiso de circulación por cambio de servicio a vehículo histórico y pagar la tasa asociada de 20 euros. A partir de entonces quedarán catalogados en uno de estos dos grupos: A) aquellos con matrícula española, matriculados por primera vez hace más de 30 años e ITV en vigor; o B) los que no cumplen con los requisitos anteriores, ya sea por haber sido importados del extranjero o por estar fuera de circulación.

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Así, los coches históricos del primer grupo estarán exentos del todavía preceptivo informe favorable de un laboratorio oficial que debe ser acreditado por su Comunidad Autónoma; sin embargo, los del segundo grupo seguirán teniendo que presentar ese informe de aptitud para circular que emitirán los servicios técnicos de vehículos históricos.