La Policía Nacional investiga una violación grupal denunciada por un joven de 26 años ante la Policía Municipal de Madrid, según confirman fuentes policiales. La víctima relató a los agentes que la mañana de Año Nuevo, tras pasar la noche de fiesta, fue agredido sexualmente por un grupo de ocho hombres en el interior del Parque de las Cruces, ubicado en el distrito madrileño de Carabanchel. El joven tuvo que ser atendido por los policías y los sanitarios de Samur-Protección Civil, que lo trasladaron al Hospital Gómez Ulla, donde le realizaron las pruebas correspondientes.
Fue en torno a las nueve y media de la mañana del pasado día 1 de enero cuando la víctima dio la voz de alarma a los agentes, que se desplazaron al número 44 de la calle de la Oca de la capital. Allí, un joven pedía ayuda tras haber sido presuntamente violado, según adelantó el diario El Mundo.
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Al llegar al lugar, los policías preguntaron al joven por lo ocurrido y este les manifestó que un grupo de ocho hombres le habían agredido sexualmente en el Parque de las Cruces. En su reconstrucción de los hechos el denunciante relató que sobre las tres de la mañana pasó por el exterior del parque y se encontró a dos mujeres con las que empezó a hablar. Junto a ellas estaban ocho varones que eran sus amigos. Tras entablar una conversación, invitaron al joven a unirse a ellos.
El denunciante ya había estado consumiendo alcohol y continuó bebiendo cervezas con el grupo. Esto le provocó un estado de embriaguez que resultó evidente a ojos de los agentes. Sin embargo, el joven pudo contarles que las dos chicas se fueron más tarde hacia una parada de autobús cercana para volver a sus casas y él siguió bebiendo con el grupo de chicos en el interior del parque.
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Pidió un móvil para alertar a la Policía
Fue allí donde, según su denuncia, fue agredido sexualmente. En concreto, aseguró que fue penetrado analmente mientras los hombres le sujetaban para evitar que se resistiera. Después, se marcharon del lugar.
Entonces, el denunciante puso rumbo hacia su casa. Se había quedado sin batería en el teléfono móvil, por lo que pidió a una persona que le dejara el suyo para llamar a la Policía Municipal, cuyos agentes se desplazaron rápidamente al lugar. Ahora, el caso está en manos de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, que investiga los hechos y trata de identificar a los presuntos autores de la agresión sexual.