Julio Iglesias acoge a Bill Clinton en su mansión de Punta Cana en plena tormenta mediática por su posible vinculación en el caso Epstein

Bill Clinton se encuentra en medio de una auténtica tormenta mediática después de que se haya publicado que podría aparecer hasta en 50 ocasiones en los documentos judiciales del pedófilo Jeffrey Epstein bajo el pseudónimo ‘John Doe 36′.

Ante esta polémica, el expresidente estadounidense, que ya había sido relacionado anteriormente con el empresario condenado por tráfico de menores, se ha desplazado hasta Punta Cana para refugiarse en la mansión de Julio Iglesias, con quien mantiene una estrecha amistad. Según avanza La Vanguardia, el exmandatario demócrata y su esposa, Hillary ha pasado la Nochevieja en la casa del cantante, que ha cedido la propiedad al matrimonio Clinton para alejarse del foco en este complicado momento.

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Lo cierto es que este inmueble es un auténtico rincón en el paraíso, ideal para aislarse y desconectar en un contexto de estricta privacidad. La propiedad, rodeada de vegetación, está construida en una finca de más de 450 hectáreas y cuenta con siete habitaciones, ocho baños, una espectacular piscina y un estudio de grabación, entre otras comodidades.

El pasado diciembre, la jueza Loretta Preska emitía una orden para publicar, en el plazo de 14 días, los nombres que aparecen en los documentos judiciales de la investigación iniciada tras la denuncia de Virginia Giuffre, víctima del pedófilo.

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Esos documentos contienen hasta 177 nombres o seudónimos de amigos de Epstein que acudían asiduamente a las fiestas que el magnate organizaba en una isla privada del Caribe en la que, según el relato de Guiffre, cometía los delitos sexuales.

Pese a que el pseudónimo con el que se identifica a Clinton aparece en más de 50 ocasiones, lo cierto es que hasta el momento no se le implica en ningún acto ilegal y el expresidente ha negado haber visitado la mencionada isla. No obstante, la víctima sostiene que le llegó a ver en esas fiestas y que Epstein dijo que Clinton le debía un favor.

Lo que no puede negar la familia Clinton es la estrecha relación que durante años mantuvo con Epstein y su pareja y cómplice, Ghislaine Maxwell. De hecho, Chelsea Clinton, hija del matrimonio, tuvo una gran amistad con Maxwell y hasta llegaron a asistir juntas a eventos.

En 2010, dos años después de la primera condena a Jeffrey Epstein por delitos sexuales, Maxwell fue invitada a la boda de Chelsea. Doug Band, exasesor cercano al expresidente, confesó posteriormente que en 2011 instó a la oficina de Clinton a excluir a Maxwell de todos los eventos relacionados con la familia, con el objetivo de distanciarla de Chelsea y evitar la controversia.

Tras el suicidio de Jeffrey Epstein en 2019 mientras esperaba juicio por cargos de tráfico sexual, el expresidente Clinton volvió a ser objeto de análisis por sus vínculos con Epstein. La policía encontró en la mansión neoyorquina de Epstein un inusual cuadro del expresidente vestido con un traje azul. Un portavoz negó cualquier comportamiento inapropiado de Clinton y afirmó que no estaba al tanto de los “terribles crímenes” de Epstein.