Nadal ha regresado a las pistas y lo ha hecho por todo lo alto, con una victoria en su primer partido ante Dominic Thiem en el torneo de Brisbane. Y es que para Rafa Nadal parece que no pesan las lesiones, ni el tiempo fuera de pista, dado que exhibió su mejor versión durante el encuentro. Un 2 de enero que quedará grabado para la historia del de Manacor, dado que tras meses de rehabilitación en los que no sabía si podría volver a empuñar una raqueta, ahora ha regresado y al mismo nivel al que nos tenía acostumbrados. Tras vencer a Thiem, su próximo rival será Jason Kubler, a quien se enfrentará este 4 de enero.
El tenista australiano cuenta con toda una historia de superación tras una carrera marcada por las lesiones. Y es que, en eso, se asemeja mucho al español, ambos sufren lesiones que han marcado sus carreras. Kubler, cual ave fénix, ha tenido que resurgir de sus propias cenizas en más de una ocasión. Sabe lo que es la adversidad, sabe lo que es tocar fondo, pero lo que caracteriza a este tenista es su perseverancia, dado que nunca se ha rendido, ni siquiera cuando tenía 75 dólares en su cuenta corriente.
Nació en Brisbane, Australia, ciudad en la que este jueves se enfrenta a Rafa Nadal. Rápidamente, comenzó a despuntar en el tenis australiano, convirtiéndose en uno de los jóvenes talentos del momento. Así comenzó, a ganar torneos en las categorías inferiores, hasta ascender al puesto número 1 del mundo en el circuito junior. En ese momento, se empezó a comparar el inicio de Kubler con el del propio Nadal, ya que eran los dos únicos tenistas que habían acabado invictos tanto en la Copa del Mundo juvenil como en la Davis Cup junior.
Pero, los problemas llegaron pronto para el australiano. Con tan solo 14 años se sometió a su primera operación de rodilla. A partir de ese momento, sus rodillas han marcado toda su trayectoria. Se ha sometido a seis operaciones, cinco en la izquierda y una en la derecha. Esto se debe a un problema hereditario con el que nació que hace que tenga los meniscos debilitados alrededor de las articulaciones. Esta dolencia llevó al tenista a una situación crítica, fue abandonando los torneos con pistas duras y se centró únicamente en jugar en tierra batida para poder proteger sus rodillas. Así como a periodos en dique seco.
75 dólares en su cuenta
Cuatro años estuvo esquivando los torneos de toda pista que no fuera tierra batida. Una situación que le llevó a pensar en su retirada, e incluso estuvo un tiempo apartado del circuito por las lesiones. Sin embargo, no se rindió y siguió intentándolo, aunque en ese momento, las rodillas no eran su único problema. Su cuenta corriente se quedó con tan solo 75 dólares, por lo que se vio obligado a dar clases a niños para reunir el dinero necesario y poder regresar al circuito de la ATP.
A pesar de haber sido una de las grandes promesas del tenis mundial, en ese momento estaba arruinado y se encontraba fuera del top 1000 del ranking. Pero, poco a poco, fue recuperando sensaciones, ganando confianza y encauzando de nuevo su carrera. Y así lo hizo. En 2023 ya se había metido en el top 100 de la ATP, llegando hasta el puesto 63 en abril. E incluso consiguió ganar el Open de Australia de dobles.
“Hace diez años me lesioné gravemente la rodilla y en los años posteriores, en cuanto pisaba una pista dura, se me hinchaba al instante. No entiendo por qué ahora va todo bien, pero es increíble, una locura”, aseguró en declaraciones a la ATP. A lo que añade: “Nunca imaginé estar donde me veo ahora. Meterme en el top 100 fue una de las cosas más emocionantes de mi vida”. Ahora, recibe a Rafa Nadal por primera vez en su carrera y lo hace como local, en su tierra, donde cogió una raqueta por primera vez y donde este jueves tratará de vencer al español.