El pueblo de Badajoz que es uno de los más bonitos de la provincia y tiene un castillo en forma de barco

Su entramado alberga un conjunto monumental marcado por la gran influencia morisca que incluye multitud de atractivos

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Hornachos, en Badajoz (Turismo Extremadura).
Hornachos, en Badajoz (Turismo Extremadura).

El paso de las distintas civilizaciones por la península ibérica ha propiciado que a día de hoy se pueda disfrutar de un legado cultural sin comparación. Así, muchos pueblos que salpican el territorio han sido, a lo largo de los años, el lienzo perfecto para que estas poblaciones dejaran su huella. Muchos son reconocidos a nivel mundial, como es el caso de Toledo, Segovia o Granada, pero otros se esconden entre montañas, valles o prados esperando ser descubiertos.

Este es el caso de Hornachos, una pequeña localidad de Badajoz que pertenece a la comarca de Tierra de Barros. Se incrusta a más de 500 metros de altitud, entre dos valles: el de Los Moros y el de Los Cristianos. El casco histórico es la muestra perfecta de su historia, pues alberga un conjunto monumental que es digno de visitar. Pero Hornachos es mucho más que eso, pues sus orígenes se remontan a hace miles de años.

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Gran influencia morisca

Castillo de Hornachos, en Badajoz (Turismo Extremadura).
Castillo de Hornachos, en Badajoz (Turismo Extremadura).

Durante el Neolítico, las tierras donde hoy se asienta la localidad ya estaban pobladas, pues así lo atestiguan las pinturas rupestres de Abrigos de la Sillá. Igualmente, los romanos establecieron aquí el asentamiento conocido como Fornacis, de donde viene uno de sus gentilicios, fornacense. Este enclave fue un asentamiento de paso fundamental hacia Augusta Emerita y Alange. Ya entrando en la época musulmana, el castillo con forma de barco que domina Hornachos se cree que fue construido durante las primeras invasiones árabes.

Por ello se puede datar la fortaleza sobre el siglo XVIII o IX, aunque a día de hoy tan solo quedan unos restos. No obstante, la mejor forma de disfrutar y conocer el legado musulmán es un paseo por las calles de la localidad. Estas conducen a espacios tan emblemáticos como la fuente de los moros, pasando por el acueducto de ladrillo rojo, o el pósito, en el que actualmente se sitúa el centro de interpretación de la cultura morisca.

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Asimismo, en cuanto al patrimonio eclesiástico, destacan construcciones como la iglesia parroquial de la Purísima Concepción, importante obra arquitectónica de estilo mudéjar, de la que cabe destacar su bello artesonado. A esta se le suma la iglesia conventual de San Francisco, también de estilo mudéjar y desde donde puedes caminar hasta la fuente de los cristianos. En este último destacan los retablos situados en el interior y la fachada en el exterior.

En este sentido, los dos templos son el reflejo de la influencia morisca que tuvo la villa, la cual se convirtió o uno de los focos más importantes del arte mudéjar en la región extremeña, llegando a existir cuatro iglesias, una ermita y un convento. De esta forma, todos estos monumentos constituyen un bello recorrido por el pueblo que permiten conocer todos sus rincones.

Hornachos, en Badajoz (Wikimedia).
Hornachos, en Badajoz (Wikimedia).

Gastronomía y tradición

Cómo no podía ser de otra forma, la gastronomía extremeña está presenta en cada rincón de Hornachos. Así, desde Turismo de Extremadura advierten de que el viajero no se puede marchar sin degustar “alguno de los platos típicos de esta tierra, como las migas, el gazpacho, la caldereta de conejo, el caldillo y la morcilla lustre”. A esto le acompañan una amplia variedad de vinos que pueden ser tintos, blancos, jóvenes, añejos o de pitarra.

Igualmente, en Hornachos la tradición también se vive. Por ello, una de sus principales fiestas es la de su patrona, la Virgen de los Remedios, que se celebra el 8 de septiembre. A su vez, destaca también la de la “matanza didáctica, que se lleva a cabo la última semana de febrero y en la que se rememora esta actividad antaño tan necesaria”.

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Cómo llegar

Desde Badajoz, el viaje es de alrededor de 1 hora y 20 minutos por la carretera EX-300. Por su parte, desde Almadén el trayecto tiene una duración estimada de 2 horas por la vía EX-211.

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