La reforma del lujoso hotel Palace de Madrid avanza a buen ritmo. De momento, ya se han rehabilitado 250 de sus 470 habitaciones. El prestigioso estudio de arquitectos Ruiz-Larrea dirige el proyecto, con el apoyo del diseñador de interiores Lázaro Rosa-Violán. La reforma comenzó en la parte del hotel que da a las calles Medinacelli y Cervantes. Falta, por tanto, iniciar los trabajos en la parte que da a la plaza de las Cortes y a la Plaza de Neptuno, la más visible y que incluye la reconocible fachada del hotel. Uno de los secretos mejor guardados sigue siendo el precio de las obras.
La reforma está respetando y destacando el valor del mármol existente en las habitaciones y sus baños, también el que hay en zonas comunes porque es un material que está protegido, así como los elementos identificativos de la arquitectura del hotel, como puertas, molduras, estructuras. Y es que hay que tener en cuenta una premisa primordial: el edificio es Bien de Interés Cultural (BIC), es decir, tiene la máxima protección y la categoría de monumento, por lo que la estructura del edificio debe ser respetada. Cuenta con el mismo grado de protección que el Palacio Real o la Iglesia de la Almudena.
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Lo que sí ha podido saber Infobae España, ya que los detalles de las obras se guardan con mucho celo, es que la madera gana protagonismo en las habitaciones con suelos en espiga que aportan calidez y sustituyen a las obsoletas moquetas. La decoración de las habitaciones también tendrá referencias naturales y orgánicas. El objetivo es que el interiorismo aportará un carácter más cálido y una elegancia contemporánea, menos recargada, con luz suave, lámparas de mesa de cristal, chimeneas rehabilitadas y paredes con dibujos naturales en colores livianos.
Debido, además, a su tamaño (6.000 metros cuadrados y seis plantas sobre rasante y tres subterráneas), es necesario que la actuación integral que se está llevando a cabo se realice por fases. No hay que olvidar que el edificio ocupa una manzana completa, justo enfrente de la glorieta de Neptuno y al lado del Congreso de los Diputados. La renovación incluirá todas las habitaciones, las áreas comunes, las salas de reuniones, el ‘fitness center’ y contará con una sorpresa gastronómica en la zona conocida como ‘la Rotonda’, donde ya hay un restaurante del mismo nombre en la zona central del hotel bajo su emblemática cúpula.
El emblemático hotel ‘The Westin Palace’ también estrenará imagen en el 2024. Además de su reforma, su nombre cambiará por completo para pasar a formar parte de la marca ‘The Luxury Collection’, que ya dirige seis hoteles de lujo en España. El hotel pasará de llamarse ‘The Palace, a Luxury Collection Hotel, Madrid’. El propietario del inmueble es el fondo Archer Hotel Group (participado por el fondo soberano de Singapur GIC y el fondo de pensiones holandés APG) y Marriot es quien gestiona el complejo.
En una segunda fase una vez finalizada la reforma de las habitaciones, el equipo de arquitectos trabajará en las zonas comunes, en la zona de acceso y en la famosa ‘rotonda’, la parte más apreciada del hotel desde donde se puede contemplar la cúpula de vidrio tintado que confiere a este espacio una iluminación especial. El hotel ya cuenta con tres restaurantes: ‘La Rotonda’, ‘Galería Asia’ y ‘Green T Sushi Bar’ (estos dos últimos gestionados por empresas externas). El proyecto conlleva una propuesta gastronómica nueva en la zona de la rotonda. Una sorpresa de la que de momento no se desvela nada. Uno de los trabajos más delicados será la restauración de esa cúpula.
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El hotel fue abierto en 1912. Con una ubicación privilegiada en el corazón de la capital, dentro de la zona denominada ‘Paisaje de la Luz’, recientemente declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, el Palace fue el hotel moderno más grande de Europa cuando abrió sus puertas en 1912. Fue el primer hotel que contó con cuarto de baño y teléfono en cada una de sus habitaciones. A lo largo de sus 110 años de historia, sus libros de registro recogen la estancia de algunos de los huéspedes más ilustres, desde artistas como Dalí (que pintó una de las paredes de la habitación donde se alojó) o Picasso, a estrellas de Hollywood como Ava Gardner u Orson Welles, Bruce Springsteen y Antonio Banderas, así como algunos de los científicos más reconocidos, como Albert Einstein y Marie Curie a principios de la década de 1920. Años más tarde sería el centro de mando para desarticular el fallido golpe de estado del 23-F o protagonista de las icónicas fotografías de la celebración de la primera victoria electoral de Felipe González.